El empresario teatral habló de sus inicios y el camino de su carrera en el mundo del teatro. También reconoció que fue tentado para introducirse en el mundo de la política.
“Yo soy más teatrista que empresario, no conozco empresarios de teatro que no sean teatristas. Los que aparecieron solo como empresarios duraron poco, es una actividad atípica”, empezó describiéndose Carlos Rottemberg, el hombre que desde chico supo cuál quería que sea su destino y años después sigue siendo y haciendo lo que alguna vez soñó.
En una entrevista mano a mano con Fernando Carnota en Carnota 910 en radio La Red, Rottemberg confesó que “hace 43 años empecé esta profesión”. Si bien en un principio quería ser parte en el mundo del cine porque su inspiración llegó a los 8 años luego de haber visto “La Novia Rebelde”, diez años después “cambié de pasar películas por pasar teatro” y así fue que comenzó.
“Cuando de chico tenes el privilegio de saber que queres hacer, es un gran ahorro de energía, para uno mismo y la familia. Mi primer privilegio fue saber a los 8 años que quería hacer y 9 años después ya lo estaba haciendo”, reflexionó.
Para el empresario teatral, ese mundo es diferente porque “es una actividad artesanal, no tiene posibilidad de copias truchas, no se puede arreglar ni con audio e imagen al mal actor, no hay Photoshop”, aunque al mismo tiempo reconoce que sigue siendo difícil que sea una salida familiar como lo pude ser el cine ya que considera que “aún la gente no decide en el día ir al teatro. Ir al teatro sigue siendo un plan para organizar”.
Por otro lado, reconoció que a lo largo de los años ha vivido mucho la problemática de “la famosa grieta” pero que nunca le fue un impedimento para trabajar. “No me fijo en quienes junto para trabajar. Estrenamos una obra con Brandoni, que era asesor de Alfonsín y nos pintaban las paredes por ese motivo. Yo siempre dividí a la gente por su talento, pero más por su don de gente. Si le tengo mucha admiración a algún actor, pero conozco los hilos, me desespero por verlo pero en el teatro de otro. Siempre sostengo que con los actores que no puedo trabajar de palabra, no trabajo”, sostuvo.
Esa palabra es tan importante que con Guillermo Bredeston tuvieron la posibilidad de alquilar el Teatro Tabarís y cuando lo hicieron “nunca firmamos un papel societario, tras 37 años de relación nunca firmamos nada”.
Y así fue que durante 20 años también trabajó con la legendaria Mirtha Legrand con quien “arranque haciendo teatro, produciendo la obra Potiche”, ya que luego de los primeros tres años trabajando juntos “tampoco firmamos ningún contrato”. “Con Mirtha no he tenido ningún problema laboral. No puedo decir nada en contra de mi relación laboral con ella”, señaló.
A 50 años de que la Diva de los almuerzos está en televisión Rottember relató cómo resurgió el programa luego de estar 10 años: “Después de las funciones íbamos a comer, llegábamos y Mirtha se sentaba en la cabecera de cualquier mesa y les decía a cada uno donde sentarse. Y empezaba a hablar, les preguntaba a todos que habían hecho en el día, los dejaba hablar y los interrumpía para preguntarle a otro. Una de esas veces, lo llamé a Daniel Tinayre y le dije lo que estaba pasando, hacía 10 años no hacía el programa y lo estaba haciendo gratis, entonces le dije de hacerlo y fui el productor. Empezó en ATC el lunes 8/10/1990 luego de 10 años de no estar al aire”.
Pero la vida de este teatrista también tuvo tentaciones en el mundo de la política. “Alguna vez me tentaron, para ser funcionario y 2 veces para ser candidato”, confesó. “Cuando se define que Néstor Kirchner gana, me cita Pepe Albistur, que era Secretario de medios y me dice que buscaban al presidente de canal 7. Le reunión fue corta y dije que no”, se sinceró.