El juez Ariel Lijo le tomó declaración a Eduardo Blanco Álvarez, ex auditor de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, que fue quien confeccionó un informe sobre las inconsistencias que detectó en el patrimonio de los ex mandatarios.
Años después del cierre de la causa por enriquecimiento ilícito del matrimonio Kirchner, el juez Ariel Lijo le tomó declaración testimonial a Eduardo Blanco Álvarez, ex auditor de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, que fue quien confeccionó un informe sobre las inconsistencias que detectó en el patrimonio de los Kirchner, pero que nunca fue incorporado al expediente. Por lo tanto, su declaración podría ser clave para la reapertura del caso.
El trabajo realizado por Blanco Álvarez indicó que entre 2007 y 2008 los Kirchner pasaron de tener bienes, efectivo y sociedades por $16,5 millones a acumular $44,3 millones, mientras que $24 millones de ese patrimonio no contaba con documentación respaldatoria. También observó la falta de certificados de un grupo de plazos fijos, lo que impide conocer sus movimientos en cuanto a dinero inicial e intereses.
En caso de que se reabra el expediente, el objetivo de la investigación podría ampliarse y sumar otros delitos a la acusación contra la ex mandataria, como el lavado de dinero, dado que fuentes judiciales explicaron a Clarín que “el enriquecimiento es resultado de otras maniobras superiores”.
La causa solo estuvo abierta durante 6 meses, y fue cerrada después de una pericia contable de la que participó el entonces contador de los ex presidentes, Víctor Manzanares. Luego de la confesión de Oyarbide, que en el marco de la causa de los cuadernos de las coimas admitió que actuó bajo presiones de los ex presidentes; del ex director de la SIDE, Antonio Stiuso, y del operador judicial K Javier Fernández, la Unidad de Información Financiera (UIF) pidió la reapertura de la investigación.