Tiene 23 años y vive en Mar de Ajó. Hace casi dos meses estaba viajando y su último contacto fue en Jujuy. Anteriormente en su paso por Perú y Bolivia, sufrió el robo de sus pertenencias. Debía volver a Retiro el 26 de diciembre, aunque no lo dejaron subir al micro por tener DNI.
Según publica TN, Elías Ezequiel Sánchez tiene 23 años, hace casi dos meses estaba viajando por el norte y planeaba volver a su casa de Mar de Ajó para Navidad. Sin embargo, sufrió el robo de todas sus pertenencias y eso demoró su llegada.
En Jujuy no lo dejaron subir a un micro por no tener el DNI, aunque tenía la denuncia policial. Desde el 24 de diciembre no volvió a contactar a su familia.
Los problemas para el joven empezaron en Perú el 22 de diciembre cuando le robaron sus documentos y algunos objetos personales, pero hizo la denuncia y le extendieron un certificado que le permitía seguir viajando. Logró llegar a la frontera entre Bolivia y Argentina, donde le arrebataron el efectivo que le quedaba y su celular. De todas maneras, cruzó de Villazón a La Quiaca, ciudad en la que dos chicas le prestaron un celular para que se comunique con su mamá.
Mariana Martín reveló a TN.com.ar todas las situaciones por las que pasó su hijo el último fin de semana antes de perder contacto. «En La Quiaca, me llamó del celular de unas chicas que lo ayudaron y por ahí le mandé las fotos de los pasajes que le saqué por Internet», tenía que tomar un micro a San Salvador de Jujuy y de ahí, otro a Retiro a donde debía llegar el 26 a las 6.30 de la mañana y su mamá lo estaría esperando.
Los pasajes los compró por una plataforma on line en la empresa Balut y logró mandarle las capturas de los tickets al celular que le habían prestado: «Iba de La Quiaca a San Salvador y ahí se tomaba otro micro». En las cámaras de seguridad de la terminal de San Salvador se ve que se acerca al chofer, hablan y como no lo dejan subir se va.
La mujer también se comunicó con la empresa, que le volvió a reiterar que sin DNI no se puede subir al micro. Las chicas que le prestaron el celular tampoco volvieron a verlo.
«No tenía plata para comer ni para ir a un hotel. Debe haber buscado ayuda, pero me extraña que no se comunique», lamentó Mariana.