Los magistrados rechazaron por unanimidad la apelación de la defensa y elevaron la pena a 17 años de cárcel por corrupción y lavado de dinero. El ex presidente quedó más cerca de volver a prisión.
Una corte de Brasil volvió a comprometer la situación judicial del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva al ratificar una condena en su contra por corrupción y lavado de dinero. De forma unánime, los tres jueces del tribunal regional de la cuarta región, en Porto Alegre, confirmaron la sentencia por haberse beneficiado de reformas en una finca en Atibaia, Sao Paulo, presuntamente pagadas por las empresas constructoras Odebrecht y OAS.
El fallo asegura que las compañías habrían mejorado el inmueble frecuentado por Lula con obras por cerca de 250 mil dólares a cambio de contratos con la petrolera Petrobras.
En febrero pasado, el ex mandatario había sido condenado a 12 años y 11 meses de prisión por una jueza de primera instancia. Pese a que la defensa de Silva había pedido la anulación de la condena amparada en un reciente fallo del Supremo Tribunal, los magistrados confirmaron los delitos y además decidieron elevar la pena a 17 años y un mes de prisión.
El líder del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) que gobernó Brasil entre 2003 y 2016, ha negado haber cometido algún tipo de delito, y afirma ser víctima de persecución política. “Voy a vencer en cada proceso contra mí desenmascarando sus mentiras. Mi inocencia está probada. Ellos no tienen pruebas, tienen una tesis: Lula no puede permanecer libre”, tuiteó el ex presidente mientras el primero de los jueces emitía su voto.
Lula no concurrió al juzgado y acompañó la sesión desde Sao Paulo. Días atrás fue liberado tras de haber cumplido un año y siete meses de prisión en Curitiba por otro proceso por corrupción, beneficiado por un fallo de la Corte que determinó que un reo sólo puede ser condenado una vez que se agoten todas las instancias de apelación.