El mandatario boliviano volvió a denunciar un golpe de Estado y cargó contra los líderes opositores.
Evo Morales renunció a la presidencia de Bolivia luego de la fuerte crisis social y política que se desató tras las denuncias de fraude en las elecciones del pasado 20 de octubre, mientras que volvió a asegurar que la situación que se vive es producto de un golpe de Estado.
«Renuncio a mi cargo de presidente para que (Carlos) Mesa y (Luis Fernando) Camacho no sigan persiguiendo a dirigentes sociales», dijo Morales en una transmisión televisiva en vivo. Horas antes, las Fuerzas Armadas habían pedido la renuncia del mandatario para permitir “la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad” del país.
También previamente al anuncio de Evo Morales, varios ministros y senadores del mismo partido como Luis Alberto Sánchez y César Navarro, entre otros, ya habían anunciado su renuncia.
Por su parte, el líder opositor boliviano, Luis Fernando Camacho, ingresó este domingo a la Casa de Gobierno de La Paz y entregó una carta de renuncia para que sea firmada por el jefe de Estado, en busca de lograr un gobierno de transición, un nuevo tribunal electoral, y también la renovación del Supremo, el Constitucional y el Parlamento
«Quiero decirles, la lucha no termina acá. Los humildes, los pobres, los sectores sociales vamos a continuar con esta lucha por la igualdad y la paz. Es importante decirle al pueblo que es mi obligación como presidente buscar esta pacificación», continuó Morales, y agregó: «Espero que Mesa y Camacho hayan entendido mi mensaje. No maltraten a hermanas y hermanos. No engañen con mentiras y usen al pueblo».
Quien también presentó su renuncia fue el vicepresidente Álvaro García Linera: «Hemos tomado esta decisión para que no maltraten a más familias, para que no ensangrienten nuestros campos y barrios, para que no golpeen más a nuestra gente», manifestó.
