Los accidentes se produjeron durante la madrugada del domingo a solo 3 cuadras de distancia.
Dos choques con heridos sin riesgo de vida se produjeron durante esta madrugada en los barrios porteños de Almagro y Balvanera y a solo 3 cuadras de distancia.
El primero se produjo alrededor de las 2:30 entre las calles Moreno y Virrey Liniers, donde una ambulancia impactó contra un Chevrolet Vectra que estaba estacionado, luego de que el chofer venía discutiendo con un taxista desde hacía unas cuadras.
Según los testigos, el conductor de la camioneta no sólo estaba alcoholizado sino que además no tenía registro de conducir ni los papeles del mismo y tras el choque intentó darse a la fuga. El dueño del auto estacionado, quien se encontraba durmiendo al momento de accidente y se despertó por los ruidos, intentó evitar que el chofer de la ambulancia se diera a la fuga y se produjo un momento violento donde hubo varios golpes de puño.
Indignado, el dueño del rodado estacionado contó en declaraciones a la prensa que la aseguradora no le reconocerá los destrozos ya que la misma no estaba en horario de trabajo y el sujeto estaba alcoholizado. Por su parte, el taxista se fue rápidamente del lugar, mientras que la pasajera que viajaba en el mismo se bajó enseguida por el miedo que le dio la discusión que venían manteniendo.
El conductor de la ambulancia fue sometido a un control de alcoholemia y habría dado positivo, pero no se dio a conocer el número. De todas maneras, el sujeto responsable del choque fue liberado enseguida, ya que no había heridos en el hecho ni tampoco le retuvieron la licencia de conducir porque no la tenía.
Por su parte, el otro accidente se produjo en el mismo horario pero sobre la esquina de las calles Moreno y Sarandí, donde por causas que se desconocen una Renault Sandero que venía por Sarandí impactó contra un Renault Logan que venía por Moreno.
Posteriormente, el Logan chocó contra un Peugeot 405 que estaba estacionado y contra una caja de luz que quedó destruida y que provocó que los vecinos de la zona quedaran sin el suministro eléctrico, para luego volcar en la misma calle.
En el Logan viajaba un matrimonio con sus dos hijas de 12 y 9 años, esta última sufrió fractura de fémur y los demás distintos golpes pero fuera de peligro. Mientras que, en la Sandero iba una mujer, que era la conductora, y tres hombres, que terminaron con algunos golpes.
Ambos conductores fueron sometidos a controles de alcoholemia y se trataba de determinar las causas de la colisión, ya que uno de los dos vehículos cruzó con el semáforo en rojo y provocó el hecho.