Algunas zonas registraron un récord de 54 milímetros por metro cuadrado en apenas media hora.
La lluvia ha traído un relativo alivio a la situación de emergencia causada por los incendios en el sureste de Australia, aunque las tormentas han causado graves inundaciones en Melbourne y en otras zonas. Aun así, más de 80 focos siguen abiertos en Nueva Gales del Sur y Victoria en los fuegos que han causado al menos 28 víctimas mortales y ha afectado a una superficie de más de 10 millones de hectáreas.
En St. Albans, las lluvias torrenciales registraron un récord de de 54 milímetros por metro cuadrado en apenas media hora, con vientos racheados de 110 kilómetros por hora. Las alertas por el fuego y el humo, que obligó a cancelar parcialmente el arranque del Open de Australia de tenis, dejaron paso a las severas inundaciones.
«Si lo que estamos viendo ahora son los primeros cambios achacables al cambio climático ¿qué pasará cuando el aumento global de las temperaturas llegue a 2 o 4 grados?», aseguraron desde la Universidad de Melbourne. «Esta no es la nueva normalidad, sino la transición hacia algo que no hemos experimentado nunca».
Fuentes: AFP y EFE