El precandidato a presidente minimizó su internación por chequeos médicos y se quejó: «Inventan cualquier cosa».
Alberto Fernández relativizó los chequeos médicos por los que se internó en el Otamendi y dijo que el jueves le darían el alta.
Fernández negó haber sufrido un episodio cardíaco y aseguró que acudió al centro médico por una tos persistente y que, por sugerencia de los profesionales, decidió permanecer ahí durante dos días para hacerse un chequeo general.
«Estoy lo más bien. Inventan cualquier cosa, que me habían puesto un stent, nada que ver. Si estuviera tan mal como dicen, no estaría hablando con todos«, aseguró el precandidato a La Nación.
Fernández suspendió las actividades que tenía previstas para hoy y mañana, y permanecerá internado hasta el jueves a la mañana.
El exjefe de Gabinete aseguró que el único episodio de salud que había tenido ocurrió a mediados de 2008, cuando le detectaron un coágulo en el pulmón. «Fue justo un mes después de dejar la gestión. Los médicos me dijeron que al bajar el ritmo, me pudieron haber bajado las defensas», contó.