El mandatario volvió a referirse este martes a la necesidad de priorizar la salud, y se defendió de las críticas de la oposición respecto a lo que consideran, es una ‘excesiva’ cuarentena.
El presidente de la Nación, Alberto Fernández, se refirió este martes a la cuarentena total y obligatoria que rige en el país desde el pasado mes de marzo, y aclaró que Argentina seguirá privilegiando la vida de la gente. “No es, como repite algún tonto, que nos enamoramos de la cuarentena. Está visto que es lo que tenemos que hacer”, aclaró.
El mandatario visitó junto al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, la fábrica de Volkswagen en Tigre en el marco de la reactivación de actividades en el conurbano bonaerense, y en un acto conjunto con el intendente del distrito, Julio Zamora, subrayó que el país está “muy lejos de haber terminado el problema».
Además, a dos semanas de haber tomado a Suecia como ejemplo de una mala administración de la situación del coronavirus, volvió a referise al modelo del país nórdico, al aclarar que “solo Suecia fue el más flexible con el tema y tiene los mismos resultados económicos de los que hicieron la cuarentena. El problema no es nuestro, es del mundo. Si se paraliza parte de la economía mundial, no hay forma de sacarla adelante”.
Paralelamente, el mandatario nacional destacó una conversación que mantuvo con Ángela Merkel, Canciller de Alemania, cuando poco se sabía aún del COVID-19. “Tuvo la generosidad de pedirme 10 minutos para hablar. Me preguntó qué mirada tenía yo del coronavirus. En ese momento se sabía poco, que había aparecido en China y que moría a los 24 grados de temperatura. Le dije que la preocupación nuestra iba a empezar en el invierno», dijo y agregó: «Ella me dijo que el coronavirus iba a tener consecuencias en el mercado global enormes y que el comercio podía caer en 600 mil millones de dólares. Le dije en ese momento a Axel ‘esta mujer me está hablando de coronavirus y me dio una imagen tremenda’. No estaba equivocada y fue la única que me lo dijo”.
Por último, y en una frase que repercutió instantaneamente en las redes sociales, Axel Kicillof cerró haciendo referencia a la «vuelta a la normalidad» tras la pandemia: “Muchos piden volver a la normalidad. En Volkswagen eso no existe más. No se puede volver a la normalidad, es un sueño, es una fantasía y un suicidio colectivo. Al virus se lo puede contener, pero no controlar”, explicó.