El presidente canceló su agenda y espera desde la residencia presidencial la apertura de los mercados junto a Santiago Cafiero y Martín Guzmán. Mientras tanto, espera un gesto de Cristina Kirchner para destrabar la situación que se desató el miércoles.
Luego de la jornada de renuncias que se desató el miércoles en el gabinete nacional por parte de todos los ministros cercanos a Cristina Kirchner, el presidente de la nación, Alberto Fernández, aguarda en la residencia de Olivos la apertura de los mercados para ver cómo seguir.
Si bien aún no está confirmado de forma oficial que los ministros que ayer presentaron la renuncia dejen sus cargos, el mandatario aguarda un gesto por parte de la vicepresidenta para que se apacigüe la crisis política.
En ese sentido, este jueves por la mañana, el mandatario permaneció en la Quinta de Olivos esperando por la apertura de los mercados y ver de qué forma repercutió la jornada del miércoles. Junto a él estaban el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, otros dos hombres muy cuestionados por parte del kirchnerismo duro.
Además, tuvo la visita del vocero presidencial Juan Pablo Biondi, donde aprovechó para conectarse de manera remota con el resto de los funcionarios de confianza para analizar los pasos a seguir. Pidió que todos liberen sus agendas, por lo que se aplazó el anuncio que estaba dispuesto para hoy en materia económica.
Por la tarde, y además de evaluar cómo impacta la crisis gubernamental en la economía, el Presidente también le prestará atención a las movilizaciones organizadas a Plaza de Mayo por el Movimiento Evita y Barrios de Pie para respaldarlo.
Por otro lado, un grupo de intendentes del conurbano bonaerense se manifestaron sobre la situación que atraviesa el Gobierno, y señalaron en un comunicado que las renuncias a su disposición de parte de ministros nacionales tuvieron la intención de “fortalecerlo”.