Los mandatarios negocian el traspaso de los subsidios a las empresas eléctricas pero no quieren hacerse cargo de AySA
El Gobierno aún no pudo acordar con las provincias por donde pasará el recorte para la reducción del déficit fiscal, pero el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, exigen un mecanismo claro: quieren que cada administración pueda definir por sí misma en qué áreas harán los ajustes.
Si bien las negociaciones para el traspaso de los gastos de los subsidios por Edenor y Edesur a la Ciudad y a la provincia de Buenos Aires, avanzan, los mandatarios prefieren no aceptar el traspaso de AySA y absorber el subsidio al transporte.
El reclamo por las empresas eléctricas, que en la actualidad reciben ayuda estatal por parte de Nación, fue uno de los pedidos más fuertes por parte de los gobernadores peronistas cuando el presidente, Mauricio Macri, les planteó la necesidad de cumplir con un plan de ajuste del gasto público, como parte del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por el préstamo de U$S 50 mil millones.
Para Vidal y Larreta, tomar la responsabilidad de sostener los costos de AySA representaría la caída de un convenio de financiamiento ya que los distritos que manejan deberían hacerse cargo de más de $ 10 mil millones por los costos de este servicio.
Por lo que la alternativa que plantean es, de forma escalonada, hacerse cargo de los subsidios al transporte de pasajeros que en la actualidad recibe por parte de Nación $ 3 mil millones mensuales para colectivos y $ 12.000 millones anuales para los trenes, en el área metropolitana, según Clarín.
El recorte total pasó, la semana pasada, de $200 mil a $300 mil millones por los incrementos en las jubilaciones y la AUH, cuyos montos se actualizan por el mayor nivel de inflación y se mantienen atados a los menores ingresos por un crecimiento previsto más acotado. Con este panorama, el Gobierno plantó la posibilidad de dividir a la mitad el ajuste: $150 mil a cargo de Nación y los otros $150 mil, repartido entre las provincias.
“Una vez que se defina cuánto nos toca queremos llegar nosotros a ese número, es lo más razonable para acompañar en el objetivo central de reducir el déficit fiscal”, consideró un funcionario bonaerense en diálogo con Clarín. Desde el entorno de Rodríguez Larreta coinciden y aseguran estar “en tándem”, en línea con los intereses en común por el traspaso de servicios y subsidios.