El vocero presidencial se refirió a la “negociación” con la oposición sobre el DNU y negó las versiones que hablan de un acuerdo.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, afirmó que el oficialismo “se sentó a recibir toda sugerencia” y que “el trabajo que se está realizando en la Cámara de Diputados, especialmente, con un sector de la oposición que, de manera razonable, están acompañando y nos han acercado un sinfín de mejoras para hacerle a la Ley Bases”.
En medio de versiones que afirman que el Gobierno negoció varios puntos de la ley ómnibus que envió Milei al Congreso con la oposición, el vocero admitió que aceptó cambios propuestos por bloques opositores.
Entre los cambios aceptados por el oficialismo se encuentran la reducción de dos a un año de las facultades delegadas al Poder Ejecutivo con una mayor restricción de las emergencias declaradas; la implementación de una nueva fórmula de movilidad jubilatoria atada al índice de inflación; la quita de YPF del listado de empresas públicas declaradas sujetas a privatización; la reducción a cero de los derechos de exportación aplicados a las economías regionales; y el pase a archivo de la reforma electoral por uninominalidad de jurisdicción.
Si bien el oficialismo pretendía que la ley se debata este fin de semana, la recalibración del calendario llevará al debate en el recinto de la Cámara baja a realizarse el próximo jueves, luego del paro con movilización que convocó la Confederación General del Trabajo (CGT) para el miércoles.
El Gobierno está sediento de un triunfo con la ley ómnibus, sobre todo porque esperaba dar el primer golpe de efecto con la aprobación de la ley de boleta única de papel en el Senado, que quedó en standby, después de dos magros dictámenes.