Tras el pase del Xeneize a semifinales, crecen las chances de que el torneo internacional se dirima entre los dos gigantes del fútbol argentino.
Este año en Mendoza se jugó apenas la segunda final entre River y Boca en la historia de ambas instituciones; pocos meses después, el mismo escenario podría darse en el contexto más importante posible: una definición para derimir el campeón de la Copa Libertadores.
Tras el empate 1-1 de Boca frente a Cruzeiro en Belo Horizonte, el equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto se aseguró un lugar en las semifinales por el 2-0 en la ida. Allí enfrentará a Palmeiras, rival que dejó en el camino a Cerro Porteño en octavos de final y Colo-Colo en cuartos.
River, por su parte, disputará las semifinales ante Gremio, el último campeón de la Copa. El conjunto de Porto Alegre fue verdugo de dos equipos argentinos: eliminó por penales a Estudiantes en octavos y goleó por 6-0 en el global a Atlético Tucumán en cuartos.
La ida de las semifinales se jugará entre el martes 23 y el jueves 25 de este mes, mientras que las revanchas se jugarán entre el 30 de octubre y el 1° de noviembre. Tanto River como Boca jugarán el primer encuentro en condición de local y definirán en Brasil, ya que los dos sacaron menos puntos que Gremio y Palmeiras en la fase de grupos.
De llegar a la final, ésta sería la tercera directa entre ellos. El antecedente próximo es la Supercopa de Mendoza en la que el Millonario se impuso por 2-0; la otra data de la final del Nacional 1976, cuando Boca venció 1-0 en la cancha de Racing.
