La gobernadora bonaerense atacó a las mafias políticas y pidió tiempo para que se vean resultados de la política nacional.
En el estudio de Clarín Web TV, dentro de la redacción integrada de Clarín, comenzaron las grabaciones de un nuevo programa de Julio Blanck para Clarin.com. Cinco preguntas en apenas cinco minutos. Leé la entrevista:
– Macri dijo “Vidal es una dirigente brillante y me emociona su compromiso. Yo estoy para cuidarla y acompañarla en todo. ¿Usted necesita que la cuiden? ¿Cómo es ese cuidado? ¿Es un cuidado de gestión, emocional…?
– Todos necesitamos que nos cuiden. A mí me encanta que el presidente me acompañe y me cuide como lo hace. Es un trabajo en equipo, de gestión, pero también es un vínculo personal. Ya pasó el tiempo en que los argentinos y los vecinos de la Provincia de Buenos Aires se preguntaban si el Presidente y el Gobernador se hablan por teléfono o trabajan en equipo. Por suerte, eso ya pasó.
– El presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, acaba de plantear en estos días un cuestionamiento político muy fuerte a Cambiemos, la coalición de gobierno. Usted y Monzó han tenido diferencias notorias en política. ¿Este es un punto de ruptura sin retorno en la cúpula de Cambiemos? ¿Cómo recibió ese cuestionamiento público?
– También eso cambió en la Argentina. Ahora hay un partido pluralista que gobierna. Podemos tener diferencias. No todos pensamos igual. Y en buena hora, porque de las diferencias se aprende. No lo siento como un cuestionamiento público. Creo que todos tenemos derecho a dar nuestra opinión. El presidente tiene esa amplitud y esa capacidad de escucha. Justamente, si hay algo que mostró en Boca, en la Ciudad, y ahora está demostrando en el país es que tiene capacidad de convocar a personas distintas, hacer que trabajen en conjunto y, como un buen director técnico, ponerlos en los lugares en donde mejor se saben desempeñar. Y la verdad es que cada uno de nosotros le pone lo mejor de sí a su trabajo. Así que yo estoy muy tranquila.
– Usted dijo hace meses que había que ayudar a la gente a cruzar el bache, el bache entre las medidas duras que se tomaron para corregir la economía, y la recuperación del empleo y del salario. Ahora, el bache se hizo largo y muchísima gente se quedó atascada y no logra salir. ¿Hasta cuándo cree que va a durar la paciencia de la sociedad?
– Creo que es un bache que lleva varios años. La pobreza y los problemas de empleo de la Argentina empezaron hace bastante tiempo. Nos va a llevar tiempo salir, pero siento que en la gente está más la esperanza que la paciencia, porque ve que hay un camino que empezó. Un camino que tiene que ver con haber bajado la inflación, con salir del cepo, con resolver nuestro vínculo con el mundo y al mismo tiempo seguir sosteniendo los derechos sociales, la Asignación Universal por Hijo, la reparación a los jubilados, el esfuerzo que se ha hecho para acordar con todos los gremios. Es una muestra de que hay un bache, pero es un bache donde nadie está solo.
– Usted está enfrentando en la Provincia a las mafias del narcotráfico, la policial, a los barras bravas…, pero no se ve igual énfasis en enfrentar la articulación entre estas mafias y la política. ¿Cómo lo explica?
– El gran cambio se dio a partir del voto de la gente del año pasado. Ya se cumplió un año y ahora se va a cumplir un año de gestión. Hoy todos los vecinos de la Provincia saben que quienes gobernamos no somos parte. Eso eliminó la indiferencia o la complicidad que hubo durante muchos gobiernos y muchos años en la provincia de Buenos Aires… Nosotros no somos parte del delito, no somos parte de la mafia, no somos cómplices, no miramos para otro lado. La vereda en la que estamos parados es muy clara. Y ahora, aquellos que eran parte de eso, no están sobre una vereda, están sobre una baldosa. Eso quiere decir que es frágil, y que apenas pongamos la lupa, apenas miremos hacia ese lugar de la vereda, están en off-side, están en problemas. Y eso quedó claro en la Provincia. Nosotros no peleamos contra personas, peleamos contra un sistema. Cambiar ese sistema va a llevar tiempo. Por suerte gran parte de la política, no solo con Cambiemos, empezó a renovarse en la última elección.
– Se ha dicho que el mayor desafío para un gobierno no peronista es terminar el mandato sin crisis social o crisis política. Eso aplica especialmente a la provincia de Buenos Aires. ¿Es ese su desafío, terminar sin crisis?
– No. Mi desafío es que volvamos a crecer. Que los vecinos digan: alguien se preocupó por mí, vino a mi barrio, algo bueno pasó y estamos mejor