La diputada y candidata a senadora por Ciudadanos Unidos, Graciela Ocaña, cuestionó el manejo económico del oficialismo, la falta de asistencia a sectores vulnerables y el intento de modificar listas electorales.
En declaraciones al programa Sábado Tempranísimo, la diputada nacional Graciela Ocaña trazó un duro diagnóstico sobre la situación económica y social del país, al tiempo que criticó al Gobierno por su falta de respuestas concretas ante el sufrimiento de los sectores más vulnerables. “Hay una Argentina real que la está pasando mal. Los jubilados deciden todos los días si comen o compran medicamentos. Los comerciantes dicen que esto es igual o peor que el 2001”, afirmó.
Ocaña reconoció que el reciente salvataje financiero permitió estabilizar variables macroeconómicas, pero advirtió que “la inflación sola no es el problema”. “La gente valora que haya bajado, pero la plata no le alcanza, está endeudada, no puede pagar las tarjetas. Está ahogada”, señaló.
La legisladora también cuestionó el uso de fondos públicos para reimprimir boletas electorales, comparándolo con la falta de recursos para el Hospital Garrahan y políticas de discapacidad. “Así como consiguieron plata para eso, consigan plata para cumplir con las leyes de discapacidad y salud”, reclamó.
En relación con la controversia por la candidatura de José Luis Espert, Ocaña responsabilizó a La Libertad Avanza por haberlo presentado pese a antecedentes judiciales conocidos. “Los partidos tienen el monopolio de las candidaturas. Si sabían lo de Espert, ahora deben hacerse cargo. No puede ser que todos los argentinos paguemos por sus errores”, expresó.
Defensora de la boleta única de papel —proyecto del cual es autora—, Ocaña destacó sus beneficios económicos, ambientales y de transparencia electoral. “Termina con el robo de boletas y con las pymes partidarias que se armaban solo para cobrar boletas”, explicó, y advirtió que no hay tiempo material para modificar listas en el actual contexto.
Sobre el combate a la corrupción, fue enfática: “La corrupción no es solo un problema ético, es económico. La plata que se roba no llega al jubilado, al discapacitado, a la sociedad”. Denunció que el Gobierno muestra dureza con funcionarios menores, pero no con los de alto nivel, y mencionó sospechas de direccionamiento de fondos hacia empresas vinculadas a la familia Menem.
Finalmente, Ocaña convocó a acompañar la propuesta de Ciudadanos Unidos, en articulación con gobernadores que integran Provincias Unidas. “Hay otra forma de gestionar el Estado, sin gritos ni exclusiones. Vamos a defender al jubilado, votar la ficha limpia y discutir reformas de fondo sin cargar todo el ajuste sobre una sola generación”, concluyó.