Tras el alto al fuego, Irán confirmó «graves daños» en sus instalaciones nucleares

Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores responsabilizaron a «los agresores israelíes y estadounidenses» por los «repetidos ataques a nuestras instalaciones nucleares».


Las instalaciones nucleares de Irán sufrieron “graves daños” como consecuencia de los bombardeos coordinados entre Estados Unidos e Israel durante la reciente guerra de 12 días entre ambas potencias de Medio Oriente. Así lo confirmó este miércoles el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Esmaeil Baqaei, en una entrevista con Al Jazeera.

«Nuestras instalaciones nucleares han sufrido graves daños, eso es seguro, porque han sido objeto de repetidos ataques por parte de los agresores israelíes y estadounidenses», afirmó el funcionario, sin detallar cuáles fueron las centrales afectadas ni el alcance del daño técnico.

Bombardeos sobre sitios clave del programa atómico

Durante el conflicto, los ataques aéreos alcanzaron al menos tres instalaciones estratégicas: Natanz, Fordow e Isfahán. Fuentes de inteligencia citadas por The Guardian y The Times of Israel aseguran que se utilizaron bombas de alta penetración lanzadas por cazas israelíes y aviones B‑2 estadounidenses. En Natanz, uno de los principales centros de enriquecimiento de uranio del país, se habrían destruido varias centrifugadoras subterráneas.

También se reportaron daños significativos en Isfahán, que alberga parte del programa de investigación nuclear. Aunque Irán sostiene que evacuó parte del material sensible antes del ataque, el régimen no ocultó que la infraestructura técnica fue severamente afectada.

Tensión regional y consecuencias a futuro

La ofensiva formó parte de la operación israelí “Rising Lion”, que también incluyó el ataque a la planta de Arak, otro punto clave del desarrollo atómico persa. Según expertos, las agresiones podrían haber limitado temporalmente la capacidad de enriquecimiento, aunque se desconoce si Irán ya está trabajando en restaurar los daños o trasladar su operación a sitios no declarados.

En paralelo, Irán lanzó misiles balísticos como represalia, aunque la mayoría fue interceptada por el sistema de defensa israelí. Mientras tanto, la OIC, Rusia y Naciones Unidas instaron a ambas partes a desescalar el conflicto ante el riesgo de una confrontación más amplia.

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