Otoño clave

El primer tercio del año de los agentes económicos se despide con la incertidumbre de lo que vendrá.


Con la turbulencia financiera todavía rondando a la economía argentina y al mundo, con la salida parcial del cepo y una inflación indómita, el primer tercio del año de los agentes económicos se despide con la incertidumbre de lo que ocurrirá en este otoño.

Los próximos dos meses se muestran como un período de definiciones claves hacia adelante.

El ingreso de las divisas provenientes de la cosecha gruesa marcará el termómetro del tipo de cambio y de la actitud que tomarán los inversores de cara a la segunda mitad del año.

Los productores saben que la oportunidad que se les presenta para mejorar sus finanzas es única ya que la suspensión de las retenciones y una mejora plena en el tipo de cambio, les permitirá encarar las próximas siembras sin sobresaltos y poder renovar equipos sin recurrir a endeudamientos con el sistema financiero.

El ingreso de dólares traerá suerte de pax cambiaria pero eso encuentra dos elementos u obstáculos para el gobierno.

El primero de ellos es que la inflación se presenta todavía como un elemento rebelde. El gobierno ha conseguido que el precio de los alimentos y de bienes de consumo inmediato se desplome, lo que produjo una baja sustantiva del nivel general de precios. Sin embargo, el precio de los servicios continúa su tendencia ascendente ya que se trata de productos sin competencia, lo cual le pone un piso a la baja de la inflación.

Algo similar ocurre con algunos bienes durables como los productos electrónicos, electrodomésticos y los automóviles. Esta es sin duda una asignatura pendiente que el gobierno tiene en su lucha contra la inflación. De cara a las elecciones legislativas, derrotar definitivamente a la inflación parece ser la nave insignia de la administración Milei ante el desafío electoral.

Pero la llegada de dólares no sólo debe provenir de la liquidación de las exportaciones sino también de la llegada de inversiones extranjeras directas para intentar dinamizar la economía.

En el frente financiero, el gobierno debería encarar una renegociación de los vencimientos de la deuda pública y evitar un innecesario drenaje de las reservas del Banco Central.

En junio vencen unos 5.000 millones de dólares que de no ingresar, sea vía el comercio exterior o nuevas inversiones-, se irán de las reservas.

Ya no se puede mirar en retrospectiva, excepto para demostrar que la herencia del kirchnerismo resultó un desastre debido a la mala praxis de la oposición.

Ahora hay que mirar hacia el futuro. Está claro que este nivel de precios en relación con el nivel de salarios resulta en un estancamiento de la economía y eso deberá ser superado si es que se quiere trabajar en un marco de tranquilidad social.

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