Se apunta a un paralelo a $ 1.100, en convergencia con el oficial. El FMI sigue exigiendo devaluación, unificación y eliminación del cepo.
Por Marcelo Bonelli para Clarín
Luis Caputo quiere bajar aún más el dólar y busca una meta: que caiga a 1.100 pesos. Ese valor sería el de convergencia con el dólar oficial. El propio Javier Milei lo dijo en sus largas explicaciones económicas. Javo afirmó: “1.100 pesos surge de ajustar el billete oficial por el riesgo país”. La intención es consolidar la estabilidad a toda costa. La Troika de la Casa Rosada insiste en que la baja inflación es el principal activo de Javo.
Por eso Milei-Karina-Santiago están dispuestos a todo. Incluso bancarse la lacerante recesión. En definitiva, se trata de concretar el Plan Los Patitos: el 2-2-2. El programa busca una confluencia para diciembre: el 2% en devaluación, inflación y tasa de interés.
De esta tablita habló este jueves Santiago Bausili. Fue en un almuerzo secreto en un coqueto restaurante de Mar del Plata. Estaban los principales banqueros. Ahí se habló del viaje de Toto a Washington. Avanzan las negociaciones por el REPO con Goldman Sachs. Pero la decisión de rebajar el dólar provoca urticaria en el FMI. Para el FMI, el atraso cambiario complica cuestiones centrales: acumular reservas y garantizar pagos futuros.
Ahora, Luis Cubeddu –más simpático– reclama una definición cambiaria. El FMI exige que Toto devalúe y unifique el tipo de cambio. También, que elimine el dólar blend y el cepo. Además pide fechas y un cronograma. Los auditores argumentan que el BCRA esta escuálido de reservas. Incluso a pesar de la –imprevista– robustez de septiembre y octubre.
En ambos meses, el BCRA acumuló reservas. El blanqueo y la jugosa bicicleta del carry trade ayuda a Toto. Los informes confidenciales de Washington son precisos. Ahora, las reservas disponibles son negativas en US$ 6.200 millones. Se calcula que a fin de año llegan a US$ 8.000 millones y que desde julio la cuenta servicios ya es negativa. Se esfumarán dólares por turismo.
Toto delegó la negociación en José Daza. El viceministro tiene excelente relación con los burócratas. Se evita así un insólito escollo: en el FMI aún le siguen pasando factura a Caputo por sus traspiés con Mauricio Macri.
Igual, la negociación tiene freno de mano: Milei esperará un triunfo de Donald Trump. La cuestión se trató el martes en la UIA. Fue para alquilar balcones. Hubo un clima tenso y críticas a la apertura de Federico Sturzenegger. Los industriales -por primera vez- cuestionaron el atraso cambiario. No fue público y no se incluyó en el comunicado oficial.
Ocurrió para evitar la ira oficial. La UIA no quiere arruinar la presencia de Javo en la Conferencia Industrial. Pero tres industriales se animaron a mencionarlo en forma explícita: Pedro Reyna, Jorge Sorabilla y el jefe metalúrgico Elio Del Re. Coincidieron: “El tipo de cambio está muy atrasado”.
También habrá un ruidoso encuentro de constructoras. La Cámara podría disparar duro. La gente de Gustavo Weiss aún discute la estrategia. Muchos quieren denunciar el enorme deterioro de la infraestructura. Ocurrirá a la brevedad en La Pampa. Toto va a contragolpear: “Que vayan a laburar. No va a haber cambios. El dólar no se toca”.
El ministro tuvo un fuerte aval en IDEA. Un evento habituado a aplaudir y apoyar a los funcionarios de turno. El año pasado, Milei le organizó una exitosa contracumbre. Ahora -en esta oportunidad- la Casa Rosada tuvo exigencias para confirmar la presencia de Javo. Básicamente, que no haya voces discordantes con Milei y su equipo. Eso explica la ausencia de críticos. El más combativo fue el gobernador Raúl Jalil, cooptado por las dádivas del Tesoro.
Caputo también reclamó sus exigencias. Bochó la idea de que fuera entrevistado por un periodista ante el auditorio de IDEA. También se negó a que su exposición la modere el banquero Fabián Kon, capo del Galicia. Así lo dijo: “Quiero un atril”. Al final, solo hicieron una exultante presentación Gabriela Renaudo y Santiago Mignone. Jefa del Coloquio y líder de IDEA, respectivamente.
El ministro estuvo eufórico y comenzó con una frase que dejó a los CEOS boquiabiertos: “Argentina es el país que más va a crecer en los próximos 30 años”. Este jueves –por suerte– hubo un piadoso rezo en IDEA. Ocurrió en un cerrado encuentro matinal de ACDE. Silvia Bulla –su titular- pidió por Argentina y aludió a la gente que padece la creciente pobreza. La Casa Rosada tiene una espina clavada. En la gestión, Milei subió 10%. Por eso ya hubo una presión fuerte sobre Marco Lavagna. Le propusieron manosear y cambiar la forma de difusión del índice. Hacerlo trimestral y mostrar que la pobreza ya bajó unos puntos en el tercer trimestre: estaría en el bochornoso 47%.
La idea la abortó Lavagna. Toto, igual, está exultante y emocionado. Considera que el futuro le pertenece y en las reuniones de equipo económico ridiculizan a “la profesión”. Dicen, entre chanzas soeces: “Los economistas se van a tener que meter sus pronósticos en el culo”. También Caputo usó IDEA para reflejar su malhumor con -dice- la hipocresía empresaria. Insistió en una convicción: que muchos aplauden, pero pocos la ponen.
Ya viene con esa monserga y se lo dice en la cara a los hombres de negocios. Volvió a esos reproches en la reunión con los laboratorios. Hace un mes fue elocuente en una amistosa comunicación con Miguel Galuccio. Ocurrió cuando Vista Energy festejó en Wall Street: “Miguel, vos no sos como los otros. apoyás y la ponés. Te felicito”.
En La Feliz les reprochó a los empresarios la ingratitud: “Con todo esto que hacemos, cómo no hay más optimismo”. Y concluyó: “Si no invierten, vamos a tardar más en salir”.
PELEA POR EL PJ
Caputo le hizo un favor a Cristina. Máximo cree que las diatribas contra su mamá, la fortalecen. Cristina ironizó: “Caputo es mi jefe de campaña” y en privado lo bautizó: “Macho del Twitter”. La ex presidenta está en una batalla campal en el peronismo. Máximo maldice a Axel Kicillof: “Es un enano de mierda”.
La pelea es frontal y Cristina se enfrenta al abismo. Este jueves, evaluaba postergar el cierre de listas. Kicillof se lo adelantó el martes en la reunión secreta. Se hizo y fue un pésimo encuentro. Hubo reproches mutuos y embestidas a fondo.
El encuentro quedó trunco y sin ningún acuerdo. Ambos decidieron no difundir lo ocurrido para evitar un mayor daño. Axel, al final, le dijo: “No vamos a apoyar tu lista”. Kicillof le reprochó a Cristina que hiciera todo este destrozo para proteger a la fracasada La Cámpora.
Kicillof retrucó: “Por actuar así perdimos seis de las últimas ocho elecciones”. Cristina contragolpeó y criticó su soberbia. Le recordó a Axel que era un invento político de ella y que era su mimado.
Un emisario secreto viajó en simultáneo a La Rioja. Ese martes, el influyente Juan Manuel Olmos sondeó a Ricardo Quintela para que baje su candidatura. Olmos propuso un acuerdo conciliador con Cristina. Quintela rechazó la oferta: “Yo sigo. Voy a ser candidato. Hay que dar vuelta la pagina”.
Como anticipó Clarín, la dura pelea provocó la primer renuncia en energía: este jueves echaron a Eduardo Chirillo. Fue la víctima de la feroz interna contra Daniel González. Ya el lunes, Chirillo emitió en redes un balance de su gestión. Se reivindicó como si fuera un campeón. Pero Caputo acusa a Chirillo del desaguisado energético que podría ocurrir el verano: Cammesa advirtió que habrá cortes y protestas. Hay pánico. Pero la sorpresa política está en su reemplazante: María Tettamanti, una figura estrechamente vinculada al crítico Mauricio Macri.