Las gestiones urgentes con Brasil que sellaron el destino de los asilados venezolanos en la embajada argentina en Caracas

El gobierno de Lula se hará cargo de los edificios diplomáticos y a la vez destrabara la situación de los seis opositores al chavismo que están asilados en la sede diplomática.


Jaime Rosemberg para La Nación

La sede de la embajada argentina en Caracas y la residencia oficial del embajador quedaron hoy vacías y la bandera brasileña ya comenzó a ondear en esas dos sedes. Sin un plan B, la cancillería que encabeza Diana Mondino consiguió, al filo de la medianoche, el providencial aval de Brasil para que ese país se hiciera cargo de las sedes diplomáticas de Argentina, cuyos 14 funcionarios abandonarán Venezuela a las 15 hora local y en un vuelo comercial, luego de la intimación del gobierno chavista que encabeza Nicolás Maduro.

El traspaso de competencias da un alivio temporario a los seis opositores al chavismo asilados en la residencia argentina, aunque la Cancillería sigue buscando un “tercer país” que les conceda asilo diplomático en los próximos días.

Con rostros relajados, tres de los seis asilados salieron a un techo de la residencia, y desde allí dieron unas breves declaraciones, ya con Brasil a cargo de ese inmueble. “Hoy están siendo perseguidos los testigos. En esta sede diplomática está parte del comando de campaña ganador del proceso. Se llevó adelante y ganamos, arrasamos. El resultado está ahí, aunque hoy el CNE se esconde tras el régimen para no tener que verle la cara”, expresó Magali Meda, una de las asiladas venezolanas, en ese diálogo. “Vemos gente exigiendo que se respete la verdad, todo proceso de parto es complejo, pero el niño ya nació”, agregó la asilada, que también agradeció “A Argentina y Brasil”, por la resolución, cuando menos parcial, del entuerto diplomático en territorio venezolano.

Las negociaciones bilaterales, confirmaron a LA NACION desde el Palacio San Martín y desde Itamaraty, comenzaron el martes, entre el vicecanciller Leopoldo Sahores y el embajador de Brasil en el país, Julio Bitelli. La cuestión de los asilados era un punto clave: Brasil debía decidir si, junto con la representación de los intereses argentinos en Venezuela, se hacía cargo de la seguridad de los asilados, todos parte del comando de campaña de la dirigente opositora María Corina Machado. “Dijeron que sí, y así pudimos avanzar”, confirmaron altas fuentes de la Cancillería, que en principio pretendían mantener en reserva las negociaciones con Brasil, aunque la propia Machado confirmó, en sus redes sociales, que los asilados pasaban (al menos temporariamente) a estar bajo la custodia del gobierno brasileño, a salvo de una eventual toma de la embajada por parte de la policía chavista. “Con la bandera brasileña, Maduro no se va a animar a hacer una locura”, afirmaron, con tono aliviado, desde la Cancillería argentina.

Las negociaciones finales, rubricadas por Mondino y su par brasileño Vieira, repiten lo ocurrido en 1982, cuando Brasil tomó a su cuidado la embajada argentina en Londres, durante la guerra por las Islas Malvinas.

Todo pareció a punto de naufragar anoche, cuando el presidente Javier Milei volvió a criticar al presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, por la abstención de Brasil (también a Colombia y México) en la votación de un documento en la OEA contra la pretensión de Maduro de dar por cerrada la discusión por las elecciones del domingo. “Por suerte, las relaciones entre los presidentes van por un lado, la diplomacia bilateral por otro”, coincidieron desde la Cancillería argentina y la de Brasil.

De todos modos, y en un posteo cuidado, el Presidente agradeció esta mañana “la disposición de Brasil a hacerse cargo de la custodia de la Embajada argentina en Venezuela”. También agradeció “la representación momentánea de los intereses de la República Argentina y sus ciudadanos allí”. No se privó, sin embargo, de criticar a Maduro, cuando habló de la salida de la delegación argentina, encabezada por el encargado de Negocios, Andrés Mangiarotti. “Tuvo que abandonar Venezuela como represalia del dictador Maduro por la condena que hicimos al fraude que perpetraron el domingo”, dijo Milei. Y agregó: “No tengo dudas que pronto reabriremos nuestra embajada en una Venezuela libre y democrática”. Cerró destacando los “lazos de amistad” entre Argentina y Brasil, que son -afirmó- “muy fuertes e históricos”.

“Buscamos una solución pacífica. Y para eso es indispensable poder hablar con todos”, afirmaron a LA NACION desde la diplomacia de Brasil, defendiendo de ese modo el rol de “mediador” de Lula da Silva, que incluso fue el elegido del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para conversar sobre posibles soluciones al conflicto desatado por el resultado de las elecciones, que la oposición venezolana (y países como la Argentina) consideran un “fraude” por parte del chavismo. ¿Qué pasará con los asilados? “Depende de las negociaciones entre la Argentina y Venezuela”, detallaron desde Brasilia. Un país de la Unión Europea podría ser la solución, aún sin confirmación oficial.

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