El Padre Santo volvió a marcar una postura contra el Gobierno argentino tras la visita de diputados libertarios a ex militares condenados.
Tras la visita de una comitiva de diputados libertarios al Penal de Ezeiza para ver las condiciones de vida de ex militares condenados por crímenes de lesa humanidad, entre ellos Alfredo Astiz, conocido por el secuestro de las monjas francesas, el sumo pontífice, Francisco I se reunió con una de las sobrinas de las victimas desaparecidas en la ultima dictadura cívico militar.
El líder del Vaticano, viajó este miércoles a Ostia, en los suburbios de Roma, para visitar el parque de atracciones Luna Park de la ciudad en el que Sor Geneviève Jeanningros, la sobrina de Léonie Duquet, una de las dos monjas francesas secuestrada y asesinada por orden del represor Alfredo Astiz durante la última dictadura y donde realiza trabajos sociales.
“El Santo Padre llegó alrededor de las 15:05 a bordo del Fiat 500 L, avanzando entre columpios y coches de choque. El arribo del Pontífice estuvo marcado por el chasquido de dos besos saludados por la Hermana Geneviève Jeanningros. Es ella, perteneciente a la Congregación de las Pequeñas Hermanas de Jesús, que hace 56 años reside en una caravana con la hermana Anna Amelia en una pastoral que abraza el legado de Charles de Foucauld de ‘ir allí donde a la Iglesia le cuesta ir’, quien organizó la visita. Ella, la ‘enfant terrible’, como la apodó cariñosamente el Papa, que la ve cada miércoles al final de la Audiencia General, donde la anciana pero audaz religiosa lleva desde hace años a grupos de nómadas, gente del circo y personas LGBT+”, resaltó el Vatican News en su sitio web.