Así lo expresó Paulo Morales, Presidente de TEActiva y referente de Semana Azul, tratando de dar un llamado de atención a la sociedad.
En medio de la emergencia por el dengue, surge una voz que nos recuerda otra epidemia silenciosa: el autismo. En el programa conducido de Diego Esteves en América24, Paulo Morales, alerta sobre esta realidad que afecta a uno de cada 36 chicos en Argentina, con un potencial de un millón de personas. Aunque no queremos comparar, es crucial prestar atención a esta pandemia invisible.
El autismo es una condición neurológica que afecta la comunicación, la interacción social y el comportamiento. A pesar de su prevalencia, no se le presta la debida atención. El mosquito del dengue nos pica a todos, pero el autismo afecta a muchas más personas. Es hora de tomar cartas en el asunto.
El diagnóstico temprano es fundamental para brindar apoyo y recursos a las personas con autismo. Sin embargo, la falta de conciencia y la falta de políticas específicas dificultan este proceso. ¿Qué haremos con todos esos chicos que vienen? Es una pregunta que debemos abordar a nivel personal y como sociedad.
La inclusión de las personas con autismo es un desafío que requiere acciones concretas. Desde la educación hasta el empleo, debemos crear un entorno que valore la diversidad y promueva la igualdad de oportunidades. Los avances en investigación y terapias también son esenciales para mejorar la calidad de vida de quienes viven con autismo.
“El autismo es una pandemia que merece nuestra atención y acción. Juntos, podemos construir un mundo más inclusivo y comprensivo para todos”, agregó Morales. La conciencia colectiva, la educación y la empatía son nuestras herramientas. Cuando pase la emergencia del dengue, no olvidemos hablar de autismo. Es una responsabilidad que va más allá de lo personal: es un compromiso con el bienestar de nuestra sociedad.
Así como enfrentamos la epidemia del dengue, debemos enfrentar la del autismo. La conciencia colectiva, la educación y la empatía son nuestras herramientas. Cuando pase la emergencia del dengue, no olvidemos hablar de autismo. Es una responsabilidad que va más allá de lo personal: es un compromiso con el bienestar de nuestra sociedad.
En resumen, el autismo es una pandemia que merece nuestra atención y acción. Juntos, podemos construir un mundo más inclusivo y comprensivo para todos.