Más de 5000 edificios públicos y privados se iluminaron de azul, al igual que la mayoría de los monumentos icónicos de Argentina.
La Semana Azul dejó una huella imborrable en el país con un cierre masivo en la Plaza del Vaticano, donde miles de familias se reunieron para marcar el inicio de un movimiento que ha llegado para quedarse. Más de 5000 edificios, tanto públicos como privados, se vistieron de azul, uniéndose así a la mayoría de los monumentos icónicos en toda Argentina.
El éxito de esta semana, que comenzó el miércoles 27 de marzo y culminó ayer conmemorando el Día Mundial para la Concientización sobre el Autismo, se debe en gran medida al apoyo desinteresado de más de 1500 voluntarios pertenecientes a 400 entidades. Estos voluntarios promovieron y difundieron las más de 1100 actividades, seminarios y conferencias llevadas a cabo en todo el país bajo la consigna #hablemosdeautismo.
El impacto de la Semana Azul fue tan significativo que los responsables de numerosas entidades relacionadas con el autismo aseguran que se repetirá el próximo año, demostrando así su arraigo en la sociedad.
Con una convocatoria tan impresionante, la Semana Azul logró su objetivo principal: promover el diálogo sobre el autismo en Argentina. Esto se llevó a cabo a través de una amplia gama de eventos, seminarios y actos conmemorativos, que culminaron el 2 de abril en la Plaza Vaticano con una jornada multitudinaria organizada por TDG Padres TEA Grupo Promotor, con el respaldo de las organizaciones más relevantes del país vinculadas al espectro autista.
La coyuntura de los siete días, que incluyeron feriados, proporcionó una oportunidad para que numerosos medios de comunicación, tanto nacionales como internacionales, abordaran el tema del autismo. Esto se logró a través de la cobertura de diversas actividades y la invitación a expertos para discutir los desafíos relacionados con esta temática.
El aumento en la prevalencia del autismo, que ha crecido un 317% en los últimos 20 años según las estadísticas internacionales, ha llevado a algunos científicos a calificar esta situación como pandémica.
Paulo Morales, fundador y presidente de TEActiva, fue uno de los oradores destacados durante el evento en la Plaza del Vaticano.
Además de su presencia física, la Semana Azul se extendió digitalmente a través de una plataforma en línea y redes sociales, que sirvieron para promover todas las actividades relacionadas con el autismo.
Esta iniciativa permitió que cualquier persona u organización pudiera compartir y promocionar sus propios eventos, contribuyendo así a la visibilidad del autismo en la sociedad.
La Semana Azul no organizó eventos específicos, sino que facilitó la promoción de actividades existentes y alentó la creación de nuevas. Esto permitió que las iniciativas más destacadas recibieran cobertura mediática y participación ciudadana, amplificando su impacto.
La Semana Azul fue respaldada por una amplia coalición de organizaciones, incluyendo TGD Padres TEA Grupo Promotor, Empujando Límites, Brincar, APAdeA, PANAACEA, BEF, TEActiva y Red Solidaria, que trabajaron en conjunto para hacer realidad este evento sin precedentes.
La campaña publicitaria diseñada por la Agencia Leo Burnett Argentina, la encuesta realizada por la Consultora Opina Argentina y la plataforma digital desarrollada por la empresa Adviters fueron algunos de los elementos clave que contribuyeron al éxito de la Semana Azul.
La Semana Azul continuará activa para dar cobertura a las actividades relacionadas con el Mes de Concientización sobre el Autismo, que tradicionalmente comienza el 2 de abril. Todas las entidades interesadas en participar pueden sumar sus eventos a www.semanaazul.org.
