Antes, Fátima hizo un número en el que imitó a Carmen Barbieri, y en el medio de la performance Tinelli le pidió un momento, detuvo la actuación y salió del estudio.
Al ritmo de la canción de la película Misión imposible, el presentador se acercó a un auto negro y le pidió a la persona que estaba adentro si podía bajar la ventanilla o abrir la puerta del vehículo.
Milei, que estaba en el auto, apenas bajó la ventanilla y le respondió: «Solo vine a buscar a Fátima». Tinelli, que insistió para que el libertario baje, lanzó en chiste: «Recién justamente estábamos hablando de dolarización sí, dolarización no. Hicieron un truco con la dolarización ahí». «Dolarización sí», contestó Milei.
«¿No va a bajar un minuto?», reiteró Marcelo. «Somos vecinos del barrio. Mi hijo tiene una foto con usted, Javier. Me dice ‘lo veo con todos mis amigos del colegio en la esquina de una estación de servicio'», le contó Marcelo. Tinelli insistió: «¿Puede bajar un poquito el vidrio? ¿La puerta puede abrir?». «No, de hecho, esto no tendría que estar pasando», le respondió moviendo la cabeza de manera negativa.
Acto seguido, el conductor volvió a hacer un chiste y le dijo: “¿Me pueden llevar después a mi casa que queda a tres cuadras de la suya?”. “Pero es un auto para dos este”, contestó Javier. “¿Y no puedo ir arriba de Fátima?”, le preguntó Marcelo. “Y… no sería lo mejor”, opinó Milei.
La comediante, ahí, se acercó hasta el auto vestida de Carmen y lanzó: “¡Ay, el señor es el léon y si yo soy la leona podríamos estar juntos, ¿no les parece? Que entre a rugir un poquito, pero lo vamos a dejar que esté ahí adentro”.