En su documental «Lucky!», el ex mandamás de la F1 afirmó que pagó para perjudicar al «Lole» en la última carrera del campeonato de 1981.
El ex mandamás de la F1, Bernie Ecclestone, reconoció en su documental «Lucky!» que sobornó a los masajistas de la categoría para que favorecieran a Nelson Piquet en el GP de EEUU de 1981 (último del año), cuyo resultado definió que el campeonato fuera para el Nelson Piquet por tan solo 1 punto sobre argentino Carlos Reutemann.
Esa carrera, disputada en el estacionamiento del hotel Caesars Park de Las Vegas, es muy recordada por todos los argentinos que estuvieron pendientes de esa definición de un campeonato donde Reutemann llegaba con una leve ventaja tras liderar durante todo el año y hasta consiguió la pole position, lo que lo dejaba en inmejorable para la carrera
Crónicas de la época e investigaciones posteriores confirmaron que no contó con el 100% de apoyo de su propia escudería, Williams, debido a que desobedeció órdenes de equipo en la carrera de Brasil. Ahora se confirma que la propia categoría estuvo en su contra ya que Ecclestone, además de ser el mandamás de la F1, también era el dueño del equipo de su principal rival, Brabham.
Sobre aquel fin de semana de competición, Ecclestone expresó: “Después del primer día de prácticas era obvio que los pilotos iban a tener problemas con todo el dolor de cuello y Carlos (Reutemann) habló con la masajista que se encontraba en Boxes. Yo fui a ver a esta persona y después de una discusión financiera, decidieron favorecer a Nelson”.
“Ganamos el campeonato de 1981 y fue el final para Carlos, que dejó de correr ese año”, rememoró el exmandamás de la F1, que se lamentó por nunca hablar del tema con el piloto argentino.
Paradojas del destino, ya que Ecclestone y Reutemann se conocían muy bien por el debut del argentino en 1972 corriendo en Brabham, que ya era propiedad del inglés, y donde se mantuvo 4 años. No en vano, el propio Ecclestone dedica su documental a la memoria de 5 personalidades de la categoría fallecidas recientemente, entre las cuales están Frank Williams y el propio Carlos Reutemann, dos de los protagonistas de aquel año difícil de olvidar (y superar) para el público argentino, sobre todo los «tuercas».
Reutemann nunca quiso hablar, al menos en público, de aquel campeonato que estuvo plagado de situaciones irregulares de todo tipo y a 42 años de aquel episodio, el protagonista más importante de la era moderna de la F1 reveló una verdad que, hasta ahora, permanecía oculta.