Con crítica al gobierno nacional, el gobernador de Córdoba abrió el año legislativo. «El país debe tener mayor calidad institucional, debe haber división de poderes», sostuvo.
El gobernador Juan Schiaretti se calzó el traje presidencial y, con un mensaje en clave electoral, inauguró un nuevo período de sesiones ordinarias en la Legislatura provincial, donde lanzó críticas hacia el gobierno nacional, pidió respetar las instituciones y, en medio de la nueva crisis del Frente de Todos, llamó a construir «un espacio federal y sin grietas».
Durante su último discurso ante la Asamblea Legislativa, el mandatario provincial repasó sus años de gestión y dejó un claro mensaje de índole nacional con el que busca fortalecer su posicionamiento de cara a las elecciones primarias de agosto. Arrancó celebrando los 40 años ininterrumpidos de democracia y recordó a “los 30 mil compañeros desaparecidos que lucharon por un mundo mejor”. Con ese pie, convocó a “reafirmar los pilares básicos de la democracia” y aseguró que “el país debe tener mayor calidad institucional, debe haber división de poderes, deben respetarse los fallos de la Justicia y ningún poder debe pretender avasallar a otro amenazándolo con juicio político”.
De esta manera, el cordobés se diferenció del gobierno nacional y expresó su “más absoluto rechazo» al pedido de juicio político contra los miembros de la Corte Suprema de Justicia que impulsa el Frente de Todos.
Siempre en tono electoral, el gobernador aseguró que la Argentina “debe dejar de ser un país unitario y ser federal en serio”. “Debemos decir no rotundo a la grieta. Necesitamos unirnos, ponernos de acuerdo e ir para adelante, porque la Argentina nos necesita unidos”, resaltó. “Sé que somos más los que estamos dispuestos a poner el hombro para superar las diferencias que nos separan que aquellos que cultivan la grieta. Tenemos que atrevernos a dar el salto y poner el rumbo hacia una Argentina mejor”, aseguró reivindicando su plan de avanzar en su proyecto nacional antigrieta.
En un repaso por las obras de gestión, que incluyó anuncios relacionados con el fortalecimiento de políticas para la producción, el turismo, el trabajo a la par de los municipios, conectividad, salud, educación, seguridad, infraestructura y ambiente, el gobernador aprovechó el cierre de su discurso para diferenciarse, también, de la principal fuerza opositora, al menos desde los simbólico. “Eso es el cambio”, fue uno de los latiguillos que más utilizó a lo largo de su corto discurso que se extendió por poco más de media hora. “El cambio no es un momento ni una oportunidad electoral. El cambio es un proceso constante de transformación”, aseveró el mandatario.
