Los expertos informaron que el plomo extraído del cuerpo del futbolista carecen de características que permitan determinar con exactitud quién disparó. Mañana se hará la reconstrucción de los hechos con la presencia de los policías.
La pericia balística por el crimen de Lucas González, el joven futbolista asesinado por policías de la Ciudad dos semanas atrás en Barracas, no pudo determinar quién disparó el arma que mató al chico de 17 años.
De esta manera, nunca se sabrá con exactitud quién mató a Lucas, ya que con los medios técnicos disponibles actualmente es imposible establecerlo. Sin embargo, sí se pudieron identificar el resto de los disparos, entre ellos dos, rescatados uno del asiento del acompañante del vehículo VW Suran en el que viajaban Lucas y sus amigos, y otro del guardabarros trasero izquierdo.
El peritaje determinó que “las tres armas de fuego (secuestradas a los policías, ndr) habrían sido disparadas con anterioridad a las pruebas realizadas”, pero eso no necesariamente significa que hubiera ocurrido en el momento de la herida mortal a la víctima.
“En cuanto al tiempo transcurrido desde la producción del último disparo, se informa que hasta el momento no se conoce método físico ni químico que pueda demostrar en forma fehaciente la fecha exacta en que un arma de fuego fue disparada por última vez”, explica el reporte.
El documento, elaborado por Balística de la Policía Federal, también descubrió que un proyectil disparado por un arma que no se corresponde con las reglamentarias que usaron los tres policías Gabriel Isassi, Fabián López y José Nievas.
“El proyectil encamisado, deformado, calibre .40 pulgadas, hallado en la vereda del inmueble sito en la calle Perdriel 1270, no ha sido disparado por ninguna de las pistolas estudiadas en la presente pericia. (Conclusión de eliminación)”, se explicó.
En cuanto al proyectil extraído del cadáver del futbolista, se indica que “el núcleo de plomo deformado, calibre 9mm, proveniente de la Morgue Judicial de la Nación, carece de marcas estriales directas para identificar. (Conclusión, inadecuado para la comparación)”.
El documento no precisa por qué el resto de los proyectiles (cuatro provenientes de un arma y uno disparado por otra) sí pudieron ser identificados con sus respectivas armas y sólo el que mató a Lucas es imposible de identificar.