La candidata evangélica, Cynthia Hotton, sostuvo que “hay una necesidad de desprestigiarnos” y apuntó contra los realizadores de la ficción. Además, se refirió a la necesidad del empleo: “todo lo que tenga que ver con la fomentación de la producción es lo que nos va a servir”.
A días de que se dé la primera contienda electoral, la precandidata a diputada de +Valores por la provincia de Buenos Aires, Cynthia Hotton, se refirió a los dichos de la campaña y los objetivos que hay en su partido.
“Nos basamos en la doctrina social de la iglesia. El modelo económico es economía social de mercado. Sabemos que todo lo que tenga que ver con la fomentación de la producción es lo que nos va a servir”, comentó.
En ese sentido, agregó: “No vamos a ser de esos que levantan la voz para imponer una idea. Lo que quiero es trabajar en el Congreso, para que logremos leyes y un diálogo para poder fomentar el trabajo”.
La candidata evangelista remarcó que “la está perdiendo el trabajo por las restricciones que hoy tenemos. Lo más importante es poder fomentar el diálogo”. Y aseguró: “La Argentina tiene que salir de la grieta, porque ahí no se construye una salida ni un modelo de país. No se cae una idea en esta campaña. Nadie tiene nada para mostrar”.
Por otro lado, se refirió a la polémica por la realización de la serie de Netflix, El Reino, donde actúa Diego Peretti, Nancy Dulpá y el Chino Darín, entre otros, sobre una campaña electoral y una iglesia evangélica.
“La ficción muestra seres nefastos. No es que no tienen valores, sino que tienen que terminar presas. Lo que nos dolió mucho fue a la comunidad evangélica que lo que se muestra es tan negativo y una necesidad de desprestigiarnos a los evangélicos. La misma, Claudio Piñero lo dijo, que estaba tan asustada por la participación evangélica en la política que por eso hizo esta serie”, señaló.
Para Hotton, “hay una intencionalidad para invertir muchos recursos y que a la gente le quede una imagen de una comunidad nefasta”.
“Hace 10 años, los evangélicos no querían saber nada con la política. Peor hemos visto que hay una persecución para las personas de fe, un desprestigio, y la mayoría de los partidos políticos no representan nuestros valores. Entonces es a partir de ahí que surge esta necesidad de meternos en la política”, cerró.