Hubo pases de facturas y reproches por las actitudes al momento de apoyar el pliego de Daniel Rafecas como jefe de los fiscales.
Por Martín Bravo para Clarín.
El avance del oficialismo para reformar el Ministerio Público generó una fuerte reacción de Juntos por el Cambio y también reactivó las internas sobre la estrategia para intentar frenar la sanción de la ley. Durante la reunión virtual de la mesa nacional y en las horas siguientes hubo pases de factura y acusaciones cruzadas entre referentes de la coalición opositora, en la previa a un nuevo encuentro este miércoles.
Uno de los ejes de discusión giró sobre las diferencias en su momento de apoyar el pliego de Daniel Rafecas, el candidato a la Procuración de Alberto Fernández y cuyo tratamiento nunca arrancó en el Senado. Los integrantes de la Coalición Cívica reprocharon no haber seguido la idea de Elisa Carrió de expresarse a favor de su postulación, para exponer la contradicción al interior del Gobierno y según esa mirada evitar otro nombre más afín a Cristina Kirchner.
“Era una solución. Y por un posicionamiento personal de algunos pocos del PRO no salió”, apuntó un dirigente de confianza de Carrió a Mauricio Macri y Patricia Bullrich, los dos exponentes del ala dura, menos proclives a aceptar un acuerdo con el oficialismo.
“El pliego de Rafecas entró en la pelea permanente dentro del poder. Si Alberto Fernández hubiera querido tener un Procurador lo hubiera tenido. Su falta de personalidad termina haciendo que se imponga Cristina Fernández de Kirchner. Ni siquiera arrancaron las audiencias”, replicó Bullrich, en respuesta al Jefe de Estado –que argumentó el avance de la reforma por la falta de apoyo de Juntos por el Cambio- y a la vez a la interna propia.
“En la Coalición Cívica estamos preocupados por la falta de estrategia en la oposición, cuesta mucho aportar porque algunos sólo están buscando un posicionamiento personal. Poco registran sobre cómo conducir esta situación a algún lugar razonable”, cuestionó Juan López, jefe de bloque del espacio fundado por Carrió.
También hubo disputas de cartel por la iniciativa de frenar el proyecto, críticas a los que «se van rápido a los canales» de televisión y “mucha bronca” con los miembros que buscaron instalar como ya definido que Juntos por el Cambio no avalaría la postergación de las PASO y las generales en caso de que avance la reforma del Ministerio Público. “Algunos plantearon que haría ruido votar con el oficialismo en este contexto, pero no está resuelto”, coincidieron varios integrantes.
Sobre ese punto surgió otra vez la discusión sobre aceptar la propuesta del Gobierno o exponerse a la posible suspensión de las primarias, una herramienta que la coalición opositora necesita para eventualmente resolver las pulseadas por las candidaturas en distritos clave como Capital, Buenos Aires y Córdoba.
“Todo se puede complicar, quedamos en esperar al plenario del martes y después decidir”, aseguró un referente del PRO. La mesa nacional volverá a reunirse el miércoles, antes de la sesión en la que Diputados tratará la reforma de la ley electoral.
Las diferencias sobre la estrategia incluyeron el grado de presión sobre los diputados que podrían colaborar con el quórum. Los opositores repasaron en detalle los números y los nombres, algunos como Omar de Marchi propusieron visibilizarlos y otros lo rechazaron.
“No podemos caer en un escrache, eso nos puede jugar en contra”, fue el argumento. Algunos lo interpretaron como un pretexto para no exponer que legisladores ingresaron por Juntos por el Cambio y abandonaron el interbloque, como Pablo Ansaloni, Felipe Álvarez y Antonio Carambia.
La desconfianza cruzada en la previa a las definiciones por las candidaturas quedó a su vez reflejada en un dato de color: otra vez no difundieron foto de la reunión virtual, con los resquemores todavía latentes por aquella imagen de Macri en la habitación, a fines de marzo.
