El diputado nacional de JxC y ex árbitro no descartó ocupar un rol ejecutivo en el futuro. También afirmó que «los cordobeses nunca acompañan cuando la política cambia las reglas de la convivencia para crear las reglas de la conveniencia”.
El diputado nacional de Juntos por el Cambio y ex árbitro internacional de fútbol, Héctor Baldassi, no descartó este domingo ocupar un rol ejecutivo en el futuro. Reconoció que hay situaciones que no comparte dentro del partido, “pero tenemos que consensuar entre todos las cosas que nos hagan sacar adelante a un país que está devastado».
En el programa Lado P, que conducen Eduardo Paladini, Sergio Danishewsky y Elizabeth Peger por Radio Rivadavia, Baldassi sostuvo que “uno va aprendiendo día a día de la política”, al tiempo que no descartó ocupar un rol ejecutivo en el futuro. “Me he sentido muy cómodo en el plano legislativo, pero también puede ser que en un par de años me anime a participar en el poder ejecutivo desde algún lado social o deportivo“, señaló.
El diputado también se refirió a la ‘grieta’ en su provincia. “Córdoba es antikirchnerista y siempre se ha manifestado en defensa de las instituciones y los valores. Los cordobeses nunca acompañan cuando la política cambia las reglas de la convivencia para crear las reglas de la conveniencia”, aseguró.
Y añadió: “Esas cuestiones afectan al desarrollo armónico y al crecimiento económico social de cualquier país.
Por otra parte, Héctor Baldassi, habló del Superclásico entre Boca y River y dijo que tiene un significado recuerdo por el arbitraje. “Mantengo una gran pasión por la profesión. Yo a la política llegué por mi prestigio como árbitro. Soy el árbitro que más veces dirigió un Boca vs River. Lo hice 18 veces”, comentó.
En cuanto a la preparación que lleva un Superclásico para un árbitro, Baldassi contó que es “distinto en la previa”. Además, agregó que “hoy el desafío que tiene el árbitro del Superclásico es el control del juego”.
Sobre la implementación del VAR dentro del fútbol argentino, el diputado nacional aclaró que “es una herramienta muy importante que te muestra lo que el árbitro no pudo observar, pero obviamente todavía nos tenemos que acostumbrar“. “Un partido sin público pierde mucha emoción. Un partido con la cancha llena, por más de que te insulte todo el estadio, tiene otro significado”, comentó.