Ante la crecida de casos de coronavirus en la zona del AMBA, se resolvió evitar fiestas de alta concurrencia al aire libre y quedan suspendidas.
En las últimas semanas se confirmaba la noticia de que la Provincia de Buenos Aires estaba dispuesta a habilitar las fiestas de un máximo de 200 personas ante la caída de los contagios en todo el cordón que lo separa de la Capital Federal. Sin embargo, en las últimas horas se empezó a gestar la intención de las autoridades de no dar el visto bueno por precaución.
La semana pasada, y con la firma del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y del ministro de Salud, Ginés González García, se había confirmado la medida, expresando que los espacios abiertos debían tener un «30% de capacidad habilitada» para poder llevar adelante las fiestas. Sin embargo, los dichos previos del Jefe de gabinete bonaerense daban a entender los cambios.
En declaraciones a Metro, Carlos Bianco advirtió que la normativa había quedado en «stand by» por los preocupantes índices que se vieron en este plazo de cierre de año, al tiempo que detalló que no iban a establecer nuevas aperturas, e incluso anticipó que podrían haber «medidas más drásticas» pensando en las reuniones que se darán en Navidad y Año Nuevo.
A esto, hay que sumarle la reunión de varios intendentes que se mostraron en contra de la medida y se lo hicieron saber al gobernador Axel Kicillof, que no se mostró convencido con la decisión de la habilitación, a pesar de que en el Conurbano se realizan fiestas clandestinas con regularidad. «A partir de enero, y según como venga la evolución epidemiológica en la Provincia, haremos una nueva ronda de consulta», sentenciaron de manera oficial.
Por último, el viceministro de Salud, Nicolás Kreplak, destacó de manera pública: «No vamos a habilitar más actividades por ahora». «Solo en una semana el aumento de casos fue de un 50%», destacó y remarcó que la medida alcanza a la cancelación de habilitar esos espacios abiertos para hacer reuniones de hasta 200 personas«.