Los técnicos del organismo avalaron el plan presentado por el Ministro de Economía, que se centrará en la generación de ‘dolares genuinos’ fortalecer el mercado interno.
Por Liliana Franco para Ámbito Financiero.
Desde el gobierno existe la convicción de que , para despejar un escenario que frena la actividad económica, es fundamental solucionar el problema de la deuda, y la fecha de fin de marzo no es casual. Por este motivo ven con satisfacción que las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional siguen avanzando, según explicó el diario Ámbito Financiero.
En esa línea, uno de los aspectos que más han ponderado los funcionarios del FMI, pero que menos ha trascendido, es el plan económico del ministro Martín Guzmán, que se basa en que la Argentina busque generar ‘dólares genuinos’ para afrontar los pagos de la deuda soberana. Este esquema lleva implícito que se mantendría un tipo de cambio real competitivo. “El programa de Guzmán no contempla el retraso del tipo de cambio”, explican desde el gobierno según el portal.
Un movimiento inicial del Gobierno de Alberto Fernández, explican, se orientó a “frenar la inercia” inflacionaria, y de esta manera la evolución del dólar oficial quedó por detrás de los precios, se congelaron por 180 días las tarifas y desde la Presidencia y el Ministerio de Trabajo se realizan intensas negociaciones para convencer a los sindicatos sobre la conveniencia de aumentos salariales por sumas fijas dejando de lado las cláusulas “gatillo”.
Respecto al Tipo de Cambio, una vez conseguida esta desaceleración, el objetivo es intervenir a través de compras del Banco Central para mantener el valor de la divisa. Pese a la ralientización que vienen mostrando los precios en las últimas semanas, los economistas coinciden en proyectar una inflación elevada para el año en curso, que según explican, podría superar el 40%, y por este motivo se anticipa que marzo será un mes complicado en cuanto a la variación de precios, producto del comienzo de las clases y otros factores influyentes.
El control de cambios se mantendría, ya que las autoridades consideran necesaria esta medida para evitar el drenaje de divisas. Los técnicos del Fondo apoyan la aplicación de estos instrumentos en casos excepcionales, e incluso no se descarta que pueda llegar a acentuarse si fuera necesario.
En relación a las retenciones, no resultaría extraño que las autoridades del gobierno nacional puedan llegar a resolver una nueva suba en los derechos a la exportación de la soja. La ley de emergencia económica, da al Poder Ejecutivo la facultad de subir tres puntos más los derechos, por lo que se calcula que los productores verían compensado con un dólar más alto lo que perderían por el aumento de los derechos. El ministro de Agricultura, Luis Basterra, se reunirá con dirigentes rurales para hacerles llegar la propuesta oficial, pese al rechazo mostrado por el sector a la medida.
En cuanto al déficit fiscal, el esquema oficial contempla que el Gobierno afronte los pagos externos mediante la compra del superávit comercial apelando a la emisión de moneda por parte del Banco Central, pero el ogbierno deberá mantener una política ordenada para que la impresión de pesos no se vuelva descontrolada, y cargar impuestos sobre las exportaciones del campo es una de las formas más rápidas de generar ingresos y aspirar al equilibrio fiscal.
El modelo presentado por el gobierno y aceptado por las autoridades del Fondo, explica Ámbito Financiero, «pasa por un aumento de las exportaciones, control y sustitución de importaciones, preservación del superávit comercial, disciplina fiscal y medidas de estímulo al consumo, particularmente de los sectores de menores ingresos».
En el gobierno se considera fundamental “mejorar la situación de los que menos tienen” y actualmente la política se centra en la entrega de subsidios, con motivo del tiempo que llevará la reconversión del sector laboral, que dependerá de que la economía crezca a un ritmo que permita una gran generación de empleo.
Al igual que lo realizado por Néstor Kirchner, el Ejecutivo apuesta a fortalecer al mercado interno mediante la limitación de importaciones de todo aquello que se fabrica o que se puede volver a producir en el país. El desafío, se explicó desde el portal especialista en temas económicos, “es volver a desempolvar las maquinas paralizadas y en lo posible que se demanden puestos de trabajo”.
La Obra Pública será otro gran movilizador, y hoy se encunetra paralizada. Las arcas públicas proveerán los fondos necesrios para los emprendimientos, teniendo en cuenta que a raíz de la deuda, el acceso a capitales privados se encuentra, por el momento, limitado. La intención oficial es alentar el crecimiento del consumo doméstico –que mejora la recaudación tributaria- es por eso no se prevé rebajas de impuestos, si subsidios específicos para fortalecer a ciertos sectores.