Elisa Trotta había sido aceptada bajo el mandato de Mauricio Macri. Felipe Solá sostuvo que “su presencia en el país era ilegal”.
A medida que crece la tensión en Venezuela con la reciente jura de Juan Guaidó al frente del Parlamento tras enfrentamientos con las fuerzas del oficialismo, el Gobierno de Alberto Fernández le quitó las credenciales a Elisa Trotta, la representante del líder opositor en la Argentina, mediante una nota de la Cancillería.
La nota de la Cancillería
“Me dirijo a usted a los efectos de comunicarle que a partir del día de la fecha se pone fin a su misión especial en la República Argentina y a sus funciones en el marco de la misma”, indica la misiva firmada por Mariángeles Bellusci, directora nacional de Ceremonial del Ministerio de Relaciones Exteriores.
La funcionaria caribeña había sido reconocida por el gobierno de Mauricio Macri como la representante diplomática de Venezuela en el país, tras reconocer a Guaidó como presidente encargado y desconocer a la administración chavista. En octubre, el entonces canciller Jorge Faurie le dio la bienvenida como Embajadora “full” y le dio cartas credenciales, inmunidades y seguridad.
Con el rotundo apoyo del macrismo, Trotta había puesto en funcionamiento una suerte de consulado de su país en Buenos Aires, que ya funciona en “paralelo” al que manejan los funcionarios de Maduro en la sede diplomática de Luis María Campos al 100.
En diciembre, a pocos días de asumir el nuevo Gobierno, el ahora canciller Felipe Solá había calificado como “ilegal” la representación diplomática de Trotta. “Es ilegal. No vamos a buscar excusas. Pensamos que las relaciones son complejas, pero tampoco se puede violar la legislación para tener el embajador que uno quiere”, agregó.