El cantante decidió hablar a las víctimas del accidente fatal que lo tuvo como protagonista mientras espera por su libertad, por ahora su panorama judicial es complicado.
Fue una tragedia que tuvo como protagonista a un personaje que supo tener roces con la ley como el Pepo. Ya pasaron casi cuatro meses de la detención del Pepo por el choque en la ruta 66 que se cobró las vidas del trompetista Ignacio Abosaleh y el mánager de la banda, Nicolás Carabajal, continúan las investigaciones. En la mañana de este lunes el cantante tuvo una pericia psicológica y psiquiátrica y antes de ingresar al lugar, trasladado por el servicio penitenciario, se lamentó por lo sucedido. “Espero poder abrazar a la familia en algún momento de los chicos y compartir el dolor que ellos sienten porque yo también siento el dolor por la muerte de mis amigos”, aseguró Rubén Darío Castiñeiras, el verdadero nombre del cantante, cuando le preguntaron sobre sus expectativas por las pericias y que hizo público Intrusos.
Lo cierto es que la pericia accidentológica oficial había determinado que El Pepo chocó a 139 kilómetros por hora la noche del accidente en el que murieron dos personas, cuando la velocidad permitida en ese tramo de la ruta es de 110 kilómetros. El accidente ocurrió en la madrugada del 20 de julio cerca de la localidad de Dolores, y fuentes judiciales reconocieron diferencias entre los peritos de parte y el oficial.
