Caldarelli: «Todos estamos preocupados por la situación económica»

El jefe de la misión del FMI se reunió con la CGT en la sede de UOCRA. La central obrera pidió una revisión del acuerdo con Argentina.

En la tercera reunión CGT-FMI sobrevoló el planteo por parte de la Central obrera de un panorama económico y social mucho más sombrío de lo que había sido en las dos reuniones previas.

«Siempre en un marco de respeto y cordialidad se pasó del estado de preocupación inicial planteado en la primera reunión a uno de advertencia por lo que está pasando. Fue la reunión más dura que tuvimos», sintetizó uno de los sindicalistas presente.

Los jefes sindicales le advirtieron al FMI que «aún está latente la reacción sindical ante este cuadro de gravísima situación» por lo que «no se descartan próximas medidas de acción directa si la situación sigue así».

Luego de que se hiciera un repaso de la situación socio económica y laboral en la que enumeraron «la alta inflación, la pérdida de puestos de trabajo y el cierre de empresas y en la que coincidieron en repetir que «no se ven resultados positivos» lo que conllevaría a que de seguir así «estamos frente a un grave problema sino se visibilizan mejoras para la ciudadanía».

De la reunión con el Jefe de la misión del FMI, Roberto Caldarelli, en la sede de UOCRA participaron el dueño de casa, Gerardo Martínez, junto a Héctor Daer (Sanidad) y Andrés Rodríguez (UPCN). También formaban parte de la comitiva sindical Enrique Salinas (UOM), Julio Piumato (Judiciales), Roberto Fernández (UTA) y Sebastián Maturano, hijo de Omar, el titular de la Fraternidad.

Al salir, Caldarelli admitió la preocupación de los dirigentes, pero también la del Fondo. «Todos estamos preocupados por la situación económica. Nosotros creemos que va a ser mejor en 2019, pero claro que hay riesgos, como siempre», aseguró el funcionario del organismo financiero internacional.

Los sindicalistas pidieron una revisión del acuerdo con el Fondo y se le demandó «la necesidad de contener y pesificar los aumentos de tarifas».

Cardarelli viene de reunirse tanto con funcionarios del Gobierno como el ministro Nicolás Dujovne y con referentes de la oposición, entre los que se cuenta a Juan Manuel Urtubey, Axel Kicillof y Roberto Lavagna.

Dieron la derecha respecta a bajar el gasto del Estado, pero advirtieron sobre un posible desmadre social: «No nos oponemos a la reducción del déficit fiscal, pero con este costo económico y social, gane quien gane las próximas elecciones no está asegurada la gobernabilidad».

Netamente en defensa corporativa del mundo del trabajo dijeron que no habrá espacio para una reforma laboral; algo que en el mundo sindical entienden viene operado desde el FMI como una herramienta de búsqueda de productividad en las distintas áreas productivas.

A lo que el FMI respondió, siempre según aseguraron los sindicalistas: «Nosotros no pedimos ninguna reforma laboral: un mercado laboral rígido es malo y demasiado flexible, también es malo».

Es más, agregaron en nombre de los funcionarios que «cualquier reforma estructural que se quiera llevar adelante, sea de la naturaleza que sea, es más viable en un marco de crecimiento económico ya que requiere de consensos políticos, sino está destinada al fracaso».

Con información de Clarín.

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