La medida en un principio era rechazada por el núcleo duro del Gobierno, pero algunas encuestas y enfoques realzan la posibilidad de separar los comicios de los nacionales.
El Gobierno ve con más posibilidades el desdoblamiento de las elecciones bonaerenses de las nacionales, una decisión que comenzó a correr desde el entorno de la gobernadora María Eugenia Vidal y que empieza a ganar adeptos en Casa Rosada.
En un principio, desde el Gobierno Nacional no querían perder el arrastre que significa la figura de Vidal para Cambiemos en una primera vuelta de Buenos Aires, coincidente con la primera de presidencia. Al no haber ballotage en provincia, parecía difícil poder separar el tándem Vidal-Mauricio Macri en dos comicios distintos.
Pero la situación cambió, según detalla Infobae: en el Gobierno entienden que adelantar las elecciones le quitaría poder de fuego a Cristina Fernández de Kirchner por varios motivos.
Primero, la obligaría a definir más rápidamente su estrategia a nivel provincial y nacional. Por otra parte, también le quitaría poder de fuego con los intendentes bonaerenses, uno de sus principales apoyos.
En segundo lugar, muchos jefes comunales se acercaron a la CFK porque la gran mayoría de los distritos renueva autoridades en conjunto con la gobernación. Con el sistema de boleta de papel, los intendentes necesitan tener una figura convocante como cabeza de lista, situación que pasaría a ser de nula importancia si se separan las elecciones.
Por último, desde el Gobierno entienden que un triunfo de Vidal podría darle impulso a Macri y atemperar probables derrotas en otros distritos como Córdoba, Tucumán y San Juan que ya confirmaron que adelantarán las elecciones y donde Cambiemos tiene escasas chances.
Las quejas desde el peronismo bonaerense hacia esta posible decisión de desdoblar las elecciones fueron tomadas como un signo positivo desde el Gobierno.
