Pese a las imágenes que se viralizaron el lunes, la izquierda denuncia una «criminalización» contra el ex precandidato a diputado por Santa Fe, Sebastián Romero.
Sebastián Romero fue una de las caras más visibles de la violencia que se vio este lunes frente al Congreso durante la votación de la reforma previsional en la Cámara de Diputados. Las cámaras de televisión enfocaron el momento exacto en el que el militante de izquierda disparaba en reiteradas oportunidades contra la policía con un arma tumbera.
Tras cometer este grave delito, el juez federal Sergio Torres ordenó detener al ex precandidato a diputado nacional por el Frente de Izquierda en Santa Fe, aunque por el momento el agresor permanece prófugo.
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Sin embargo, la polémica estalló cuando la izquierda salió a defender a su militante y consideró que hay una «persecución». En un insólito comunicado del Comité Ejecutivo del Partido Obrero, sostuvieron que con la orden de la Justicia se intenta «victimizar» al agresor.
Para la prensa obrera, el pedido de detención contra Romero se trata de una «operación burda» para «presentarlo como un violento». En ese sentido, indican que existe un «ensañamiento» contra el ex precandidato e insisten: «Rechazamos la criminalización de Sebastián y de todos los luchadores», en alusión a aquellos que también quedaron registrados junto al acusado, algunos con sus rostros cubiertos, arrojando una lluvia de piedras contra la policía.
Por otro lado, buscan minimizar el daño que Romero buscó cometer con el arma tumbera que preparó para atacar durante las protestas del lunes: «Se valen de una fotografía en la que se lo ve lanzando un fuego de artificio de venta libre, apuntado a 45 grados».
