El mandatario habló en la reunión de Gabinete Ampliado y les pidió predicar con el ejemplo.
En la reunión de Gabinete Ampliado y frente a los ministros, secretarios, subsecretarios y directores nacionales que integran el Ejecutivo, legisladores y funcionarios, el presidente Mauricio Macri apuntó al trabajo duro que se viene y remarcó que “con tanta demanda y angustias no hay tiempo de festejar”, en relación a la victoria de las elecciones.
Por eso, el mensaje que dejó en claro a sus funcionarios es que no admitirá casos de corrupción y que “voy a ser impecable con el tema de la ética, no puede haber un mínimo desvío”.
Por otra parte, tras la presentación de la reforma tributaria, el mandatario solicitó predicar con el ejemplo: “Cada uno tiene que ceder un poco, no hay otra solución. Por eso nosotros tenemos que ser impecables”. Y agregó que “no es verdad que porque el déficit fiscal sean números enormes se justifiquen un cargo más, un auto más, un celular más, un viaje más. Cada vez que dejamos pasar eso fallamos en nuestra capacidad de liderar”.
Por último, bajo la línea de la humildad que había pronunciado minutos antes el jefe de Gabinete Marcos Peña, el presidente insistió “que sean firmes, pero sin pasar esa línea que lleva a la soberbia” y que “hagan lo que tengan que hacer con convicción, con seguridad, sin soberbia y siempre cerca de la gente”.