Sucedió el lunes a primera hora, cuando se juntaba la recaudación del fin de semana. Los delincuentes se hicieron pasar por policías.
Otro caso de inseguridad conmocionó al centro porteño en la madrugada de este lunes, cuando tres ladrones se hicieron pasar por efectivos policiales para ingresar a la reconocida pizzería Güerrin y someterlos a una noche de terror. Agredieron a los empleados y se llevaron un importante monto de dinero, cuya cifra nunca se reveló.
En el local sólo se encontraban el gerente, uno de los encargados y el sereno, que se encarga de la vigilancia durante la madrugada. Los otros dos empleados debían encargarse de tramitar el traslado de toda la recaudación del fin de semana.
Minutos antes de las 6, los agresores llegaron en un auto e ingresaron vestidos como policías. Una vez dentro del local, redujeron al encargado y al sereno. Los llevaron al baño del fondo del local y los maniataron allí. Mientras tanto, el líder de la banda llevó al gerente al primer piso, donde se encontraban las oficinas.
Allí, el delincuente le exigió al gerente que le abriera la caja de seguridad pero la víctima le aseguró que no era posible. En consecuencia, el ladrón agarró una abrochadora de la mesa y le clavó al empleado cuatro ganchos en una de las orejas, lo amenazó de asfixiarlo y hasta le colocó una cinta alrededor del cuello.
Tras una hora escalofriante, los ladrones se retiraron de la pizzería con dinero pese a que se desconoce el monto que se llevaron. El gerente de Güerrin debió ser hospitalizado en medio de un estado de shock y fue dado de alta a las pocas horas.
No hay detenidos.