Desde la prohibición de las bolsas plásticas, se disminuyó el reciclaje de materiales, entre otros problemas.
Desde el primer día del 2017 se implementó una normativa que impide a los comercios la entrega de bolsas plásticas a aquellas personas que realizan compras tanto en los comercios. Éstas son reemplazarlas por bolsas de tela, llamadas eco-bolsas para reducir la contaminación ambiental.
A seis meses de la decisión, dicha resolución generó un impacto en la industria plástica: se redujo la capacidad de trabajo a un 50%, generando una pérdida económica de $150.000.000. Y perjudicó a casi 120 empresas que se dedican a la producción de estos materiales en CABA y la Provincia de Buenos Aires ya que se perdieron 400 empleos.
Con la ausencia de las bolsas plásticas en los comercios, disminuyó el reciclaje de materiales por la imposibilidad de contar con las bolsas verdes y negras que ayudaban a la separación de residuos.
Desde la Industria plástica solicitan la vuelta de estas bolsas ya que aluden que las de tela son más caras y al lavarlas para su reutilización pueden provocar contaminación cruzada.
Tanto en la provincia de Salta como en Córdoba, donde tienen una resolución similar a la de Buenos Aires, decidieron volver atrás con la medida y las bolsas plásticas regresaron a los comercios.