En las últimas horas, creció la expectativa sobre si el mandatario norteamericano puede intervenir para suavizar el impacto de una condena que ya supera los USD 17.000 millones.
Por Luciano Datsira para Newsweek Argentina
La estrecha alianza entre Javier Milei y Donald Trump cobra una nueva relevancia tras el fallo judicial en Estados Unidos que ordena a la Argentina transferir el 51% de las acciones de YPF al fondo demandante Burford Capital, en el marco del histórico juicio por la expropiación de 2012. En las últimas horas, creció la expectativa sobre si el mandatario norteamericano puede intervenir —formal o informalmente— para suavizar el impacto de una condena que ya supera los USD 17.000 millones.
La orden fue emitida por la jueza Loretta Preska, del Distrito Sur de Nueva York, quien otorgó a la Argentina un plazo de 14 días para cumplir con la transferencia de las acciones o presentar garantías millonarias.
Aunque el sistema judicial estadounidense funciona con independencia del Ejecutivo, la reapertura del canal político entre Trump y Milei genera especulación en los círculos diplomáticos: ¿hay margen para que el presidente norteamericano influya en el devenir del caso?
Milei y Trump siempre mostraron un vínculo personal y político inusual para dos jefes de Estado. El presidente argentino fue recibido con honores en Washington apenas semanas después de asumir, y ambos se han elogiado mutuamente en foros internacionales.
El propio Trump prometió «colaboración total» con la Argentina, y en este contexto, algunos analistas consideran posible una gestión diplomática directa para destrabar el conflicto con Burford o al menos dilatar la ejecución del fallo.
Juicio por YPF: la jueza Preska ordenó entregar el 51% de las acciones YPF a beneficiarios del fallo
Una de las vías que se baraja en off the record es la presión del Ejecutivo sobre el Tesoro o alguna forma de intervención diplomática ante la Corte de Apelaciones, donde Argentina planea recurrir la sentencia. Otra opción sería facilitar una mesa de negociación entre el Estado argentino y los beneficiarios del fallo, algo que hasta ahora no ocurrió. Vale destacar que aún no hubo contacto directo con Burford, a pesar del enorme riesgo económico y simbólico que implica perder el control mayoritario de YPF.
En Washington, la situación genera incomodidad. Por un lado, la Casa Blanca sostiene una política migratoria y comercial agresiva hacia América Latina. Pero por otro, Trump ve en Milei un aliado estratégico en la región, tanto en términos ideológicos como económicos.
El control argentino sobre YPF es clave para el desarrollo de Vaca Muerta y la proyección energética regional, un tema que también interesa a la administración norteamericana en el marco de su disputa global con China y Rusia.
Por ahora, no hay señales públicas de que Trump vaya a intervenir, pero su sola presencia en el poder cambia el escenario. En un contexto donde la geopolítica y la economía se entrelazan cada vez más, la relación entre ambos líderes podría ser decisiva. Mientras Argentina intenta frenar una ejecución judicial sin precedentes, la sintonía personal entre Trump y Milei podría convertirse en su única carta fuerte en el tablero internacional.