El joven de 18 años que estuvo cinco meses prófugo de la Justicia, tendrá que usar una tobillera electrónica. La causa fue elevada a juicio oral por el delito de “tentativa de homicidio” y “lesiones gravísimas” en perjuicio de Arturo López.
El joven de ahora 18 años que estuvo prófugo casi cinco meses tras agredir de una trompada y dejar en estado delicado al playero Arturo López en noviembre pasado en un estacionamiento del barrio porteño de Monserrat fue beneficiado con el arresto domiciliario.
Además, en el fallo al que se opuso la fiscalía interviniente y la querella que pidieron que sea juzgado de manera inmediata, se detalló que el chico será monitoreado con una tobillera electrónica.
El 26 de mayo último la causa fue elevada a juicio oral por el delito de “tentativa de homicidio” y “lesiones gravísimas”. La medida fue dispuesta por la jueza de Menores porteña Carla Cavalliere contra el acusado C.M.A., identificado de esta manera por haber sido menor de edad al momento del hecho y quien hasta ahora se encontraba detenido en el Instituto Belgrano.
El acusado derribó de una trompada a López, de 66 años, tras una discusión ocurrida el 19 de noviembre de 2021 en un estacionamiento situado en la calle Moreno al 800.
En las últimas horas se hizó una audiencia de prisión preventiva morigerada solicitada por la defensa oficial del imputado.
Por su parte, los voceros explicaron que el fiscal Mauro Tereszko y la querella que representa la familia y las hijas de la víctima, se opusieron enfáticamente y solicitaron a la jueza Cavalliere que se mantenga la detención del joven procesado hasta el juicio oral.
El acusado se había presentado ante la Justicia el 29 de abril pasado minutos después de la medianoche en la División Enlace Institutos Alojamiento de Menores, situada en la calle Teniente General Juan Domingo Perón 2048, en el barrio porteño de Balvanera. Allí se entregó el menor de manera espontánea a días de cumplir la mayoría de edad.
Las fuentes judiciales señalaron que el joven se encontraba escondido en una comunidad gitana de la localidad bonaerense de General Rodríguez, cuando su padre aseguraba que estaba oculto en Uruguay, con el objetivo de “despistar” a la Policía.