El gobernador busca evitar lo que considera un «golpe institucional» impulsado por La Cámpora y Massa.
La tensa disputa dentro del peronismo bonaerense por la definición del calendario electoral parece acercarse a una resolución.
Tras días de intensas negociaciones entre Axel Kicillof, Máximo Kirchner y Sergio Massa, bajo la mirada de Cristina Kirchner, el gobernador convocó de forma sorpresiva a una conferencia de prensa para este lunes a las 18, donde anunciaría el desdoblamiento de las elecciones provinciales.
La convocatoria se confirmó tras una nueva charla entre Kicillof y Massa. Desde el entorno del gobernador deslizaron que «hay quiebres que no se pueden recomponer. Temas políticos y, sobre todo, personales», en referencia al estado actual del vínculo entre los protagonistas del armado electoral oficialista.
Aunque el cronograma aún no fue oficializado, trascendió que los comicios provinciales podrían celebrarse el 14 de septiembre, semanas antes de las elecciones nacionales previstas para el 26 de octubre. Por ahora, solo están confirmadas las primarias bonaerenses para el 13 de julio, lo que implicaría que los ciudadanos de la provincia concurran a votar al menos tres veces en el año.
La decisión de Kicillof marca un quiebre dentro del Frente de Todos. En particular, supone un desafío directo a Cristina Kirchner, quien había expresado su preferencia por elecciones concurrentes en la provincia y hasta llegó a advertir que podría postularse como diputada provincial por la tercera sección si se avanzaba con el desdoblamiento. Esta posibilidad fue ratificada este lunes por su entorno.
El gobernador, sin embargo, sostiene una visión distinta sobre su relación con la ex mandataria. En su círculo íntimo aseguran que Kicillof cree que Cristina «tarde o temprano avalará lo que Máximo viene intentando hace años», en alusión a «ningunearlo y desgastarlo» para cerrar su carrera política al término de su mandato en la gobernación.
En paralelo, Máximo Kirchner y Sergio Massa habían planeado una jugada legislativa para modificar un proyecto del massista Rubén Eslaiman con el objetivo de suspender las PASO y unificar la elección general. Según trascendió, la iniciativa contaba con el apoyo de legisladores libertarios (incluidos los que responden a Javier Milei y los del denominado «bloque blue», como Carlos Kikuchi) y de un sector de radicales alineados con Facundo Manes.
Pero el anuncio anticipado de Kicillof habría desbaratado esa maniobra. Con la convocatoria pública, el mandatario busca evitar lo que considera un «golpe institucional» impulsado por La Cámpora y Massa.