En un duro relato contó que su papá «estaba perdido en tiempo y espacio» en sus últimos días con vida, pero que el médico no le dio importancia.
Acompañada de su hijo Benjamín Agüero, su hermana Dalma y su mamá, Claudia Villafañe, Gianinna Maradona llegó este martes al TOC Nº3 de San Isidro para declarar en el marco de la 17ª audiencia del juicio por la muerte de su padre, Diego, el máximo ídolo del fútbol argentino.
Su testimonio comenzó pasadas las 12 del mediodía. Desde adentro de la sala, además de los jueces y los abogados de ambas partes, también escuchan su testimonio tres de los siete imputados en la causa; su hijo, sus hermanas Jana y Dalma Maradona y la ex pareja del futbolista, Verónica Ojeda.
Gianinna empezó su declaración con un duro recuerdo del 10 de octubre de 2020, un mes y medio antes de la muerte del Diez. Para ese entonces, describió que su padre ya estaba diminuido físicamente y desorientado.
“El 10 de octubre hablé con mi papá y le pregunté cómo estaba. No estaba muy bien. Me dijo: ‘¿cómo voy a estar bien si pasé mi cumpleaños solo?’. Yo le dije que no había sido su cumpleaños, que no lo había pasado solo. Le recordé que cumplía el 30 de ese mes. Estaba perdido en tiempo y espacio, básicamente», relató.
A partir de ese día, según su relato, estableció su primer contacto con el imputado Leopoldo Luque, a quien definió como el médico de cabecera de su papá. Pidió comunicarse con él porque no lo veía bien a Diego.
“Le dije que lo veía mal, que además de no verlo feliz lo veía muy perdido, lento, que cada vez podía caminar menos. Luque me dijo que lo estaba cuidando. Me habló de Cosachov, que era una psiquiatra que habían puesto para medicarlo de forma correcta, y también me habló de Díaz, el psicólogo. Me dijo que tenía días buenos y días malos, pero que cada vez estaba mejor. Ellos no veían lo mismo que yo”, dijo la testigo sobre Maradona.
Luego Gianinna habló del verdadero día del cumpleaños de Diego, cuando contó que lo fue a saludar a su casa de La Plata y, ante los jueces del tribunal sanisidrense, volvió a relatar una triste escena que marcó el inicio de lo que vendría después.
“Cuando llegamos el día del cumpleaños a Brandsen, el 30 de octubre, entré a la casa, él estaba sentado en un fogón. Lo fuimos a saludar con mi hijo que tenía una remera de él abrazando a (Claudio) Caniggia. Se la muestra, él lo mira y no se reconoce (en la imagen). Había mucha gente a su alrededor, pero nadie se daba cuenta de la situación”, contó la hija del ex DT.
Gianinna recordó que en esa oportunidad le preguntó a su papá si se quería ir con ella, dijo que él le contestó que sí y que se tiró a sus brazos “como cuando un nene de 9 meses se te tira encima”.
Sabía que lo tenía que hacer todo muy rápido porque ya había intentado llevármelo otras veces y no lo dejaron. Pero no pude: lo vinieron a buscar porque tenía que cumplir un contrato y a mí, a mi hijo y a mi amigo nos sacó la policía. A él lo llevaron a la cancha, donde todos lo vieron mal, no se podía ni poner el barbijo. No estaba apto ni siquiera para ver su imagen en la camiseta de su hijo”, recordó sobre su aparición pública en el estadio de Gimnasia.
Días después de ese 30 de octubre, a Maradona le encontraron un hematoma subdural en la cabeza y lo trasladaron a la Clínica Olivos para operarlo. Tras esa cirugía, comenzaron las conversaciones a contra reloj para definir dónde Diego continuaría su rehabilitación.
En su declaración, Gianinna coincidió con sus hermanas Dalma y Jana al señalar que accedió a la internación domiciliaria en Tigre por recomendación de Luque y Cosachov, los médicos a cargo de la salud de su papá. “La propuesta era una internación domiciliaria seria que nunca cumplieron”, aseguró.
“Yo no estaba tan de acuerdo con esa idea porque ya habíamos pasado una internación en un neuropsiquiátrico con mi papá y había salido muy bien. Pero elegí creer en Luque, Cosachov y Díaz, que lo venían siguiendo a mi papá. Siempre con el acompañamiento de la prepaga”, relató Gianinna. Y agregó: “Ese día me puse contenta porque pensé que mi papá tenía una oportunidad de nuevo».
Sin embargo, dijo que “con el diario del lunes” se dio cuenta de que “fue todo una puesta en escena”. “Una obra de teatro que nos montaron para seguir con lo que ellos buscaban, que era seguir teniendo a mi papá en un lugar oscuro, feo y solo”, declaró.
Durante su relato, el fiscal Patricio Ferrari reprodujo el audio de la reunión en Clínica Olivos, donde se decidió la externación de Maradona. El rol de Gianinna ante este archivo fue reconocer las voces de los participantes (médicos y familiares) y constatar esa charla, que lo hizo.
Al finalizar la reproducción del material, que duró más de una hora, la hija de Diego señaló: “Me causó mucho dolor, llorar no pude evitarlo. Me parece muy injusto toda esa charla, todo lo que se prometió y no se cumplió, los responsables que hablaban ahí y nos aseguraban cosas que después no pasaron. Siento que fue una manipulación horrible”.
Con información de Infobae