A pesar de la magnitud del ataque, no se reportaron víctimas fatales, aunque al menos 15 personas resultaron heridas.
En un nuevo y alarmante episodio del conflicto entre Irán e Israel, un misil balístico lanzado por fuerzas iraníes impactó directamente en el Hospital Soroka, el centro médico más grande del sur de Israel, ubicado en la ciudad de Beersheba.
«Esta mañana, los tiranos terroristas de Irán lanzaron misiles contra el Hospital Soroka en Beersheba y contra una población civil en el centro del país. Nos cobraremos un alto precio de los tiranos en Teherán», ha dicho Netanyahu a través de un breve mensaje en una cuenta en la red social X.
El ataque ocurrió poco después de las 7:00 a. m. hora local, en el séptimo día consecutivo de enfrentamientos. El impacto provocó daños estructurales severos, incendios en varias áreas del hospital y escenas de pánico entre pacientes y personal médico. A pesar de la magnitud del ataque, no se reportaron víctimas fatales, aunque al menos 15 personas resultaron heridas, tres de ellas de gravedad.
El ministro de Salud israelí, Uriel Buso, calificó el hecho como “un crimen de guerra” y denunció que se trató de un ataque deliberado contra civiles y personal médico. “El misil disparado hacia el Centro Médico Soroka es un acto de terrorismo que cruza una línea roja”, declaró en conferencia de prensa.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva aérea masiva contra instalaciones militares y nucleares en Irán, incluyendo el reactor de agua pesada de Arak y un sitio de desarrollo nuclear en Natanz. Según las Fuerzas de Defensa de Israel, el objetivo fue inutilizar componentes clave del programa nuclear iraní.
El presidente israelí, Isaac Herzog, expresó su indignación: “Un bebé en cuidados intensivos, una madre junto a su cama, un médico corriendo entre salas… esos fueron los blancos de Irán esta mañana”.
El ataque al Hospital Soroka marca un punto de inflexión en la escalada del conflicto, al involucrar directamente infraestructura médica y población civil. La comunidad internacional observa con creciente preocupación mientras la región se adentra en una fase de extrema volatilidad.
