Guernica: Alberto Fernández y Cristina Kirchner siguieron paso a paso el desalojo, en contacto con Axel Kicillof

El presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta siguieron «minuto a minuto» las alternativas de la intervención de la policía bonaerense en el predio tomado.


Por Jaime Rosemberg para La Nación.

Preocupados por la extensión del operativo de desalojo en Guernica, y en comunicación directa con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, el presidente Alberto Fernández y su vicepresidenta, Cristina Kirchner, siguieron «minuto a minuto» las alternativas de la intervención de la policía bonaerense, que luego de más de tres meses de negociaciones y postergaciones terminó con la ocupación del predio por orden judicial.

«Alberto y Cristina hablaron con Axel toda la mañana y estuvieron al tanto de todo», afirmaron a LA NACION desde la gobernación bonaerense, y afirmaron que la Casa Rosada avaló el operativo «porque la cuestión se había radicalizado con el protagonismo de fuerzas de izquierda», que resistieron durante varias horas con palos y piedras la actuación de la policía comandada por el ministro de Seguridad, Sergio Berni. Fuentes del gobierno nacional coincidieron en que la atención sobre el caso fue «permanente» aunque aclararon que la responsabilidad fue de la administración Kicillof. «Se cumplió con una orden judicial, era público que esto iba a suceder», afirmaron cerca del Presidente. «Es un tema estrictamente judicial y bonaerense. La justicia ordenó a la policía de la provincia desalojar», amplió otro vocero del Gobierno en la línea de relativizar la participación de la Casa Rosada.

«No nos pidieron nada. La única relación con el operativo fue el apoyo a través de equipos de comunicación de la Policía Federal», puntualizaron desde el Ministerio de Seguridad nacional, que encabeza Sabina Frederic, que sumó repetidos roces con Berni desde que ambos asumieron sus cargos. Drones para el seguimiento y cámaras para filmar el operativo y entregárselos a la Justicia fue el aporte concreto, agregaron a este diario fuentes de ese ministerio.

Horas después de finalizadas las acciones policiales, que incluyeron el uso de gases lacrimógenos y el despliegue de camionetas, armas con balas de goma y un helicóptero sobrevolando la zona, desde el Gobierno salieron a respaldar la decisión de desalojar el predio ocupado desde fines de julio pasado. «Por supuesto hay que respetar la propiedad privada, porque ese es el tipo de sociedad en que la Argentina ha elegido vivir y ahí sí tenemos que ser claros y respetuosos», afirmó en una entrevista radial la vicejefe de gabinete, Cecilia Todesca. Convertida en vocera de la gestión y la postura de la Casa Rosada en distintos temas, Todesca describió el caso como «una foto triste de la Argentina» y agregó que «desde hace tiempo tenemos un problema grave con acceso a la vivienda en barrios populares que no tienen ni los servicios básicos». En una postura, similar la ministra de Desarrollo y Hábitat, María Eugenia Bielsa,se mostró contraria a la represión, pero apoyó la postura judicial y política contraria a las tomas de tierra. «Siempre se tiene que evitar cualquier situación de represión o que genere violencia, que enfrente al Estado con familias o personas que tienen necesidades. Ahora hay una orden de desalojo», dijo la ministra en diálogo con FM Futurock. «Nunca estoy de acuerdo con la represión. Lo importante es que no haya heridos», agregó Bielsa.

Desde la gobernación bonaerense, en tanto, deslindaron en la Justicia la responsabilidad en la decisión de desalojar. «Fue por orden de la Justicia, no había forma de dilatarlo. Y se hizo de la manera más pacífica posible, no teníamos margen para otra cosa», afirmaron desde la gobernación bonaerense, que llevó adelante el operativo con 4000 efectivos. Aclararon que «no se reportó ningún muerto», uno de los principales «objetivos» de la actuación policial, y denunciaron que partidos de izquierda como el Partido Obrero y el MAS «montaron un show» para victimizarse. «Fueron corriendo a cortar el Obelisco y el Puente Pueyrredón, fue muy obvio», se quejaron.

Antes de partir hacia Bahía Blanca para una actividad programada junto al intendente Héctor Gay, Kicillof dejó instrucciones precisas: el predio quedará en custodia por los próximos días para evitar que la usurpación vuelva a instalarse, aunque varios de los protagonistas de la toma amenazaron con intentar regresar.

Entradas relacionadas

Deja tu comentario