El Gobierno facilitará la importación particular de autos nuevos y usados

El anuncio se da en el marco de una flexibilización progresiva del comercio exterior de bienes de consumo.


El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, anunció que el Gobierno habilitará un nuevo esquema para permitir la importación particular de vehículos 0 km y usados. La medida forma parte del proceso de apertura del comercio exterior impulsado por el Ejecutivo con el objetivo de reducir costos para consumidores y sectores productivos.

“Le facilitamos a la gente la importación personal de vehículos. Si un auto en Estados Unidos o en Europa anda, vamos a presumir que acá también va a funcionar”, explicó Sturzenegger en una entrevista en el canal Neura. Según detalló, ya no será necesario tramitar una licencia especial para importar autos nuevos, y bastará con realizar una verificación técnica vehicular (VTV) local.

El Gobierno también estudia extender este esquema a vehículos usados, bajo condiciones más amplias que las actuales. La medida buscaría atender la demanda de sectores como el minero y el petrolero, que requieren unidades especiales o repuestos difíciles de conseguir en el mercado local.

“Con esto, por ahí me traigo el camión o no me traigo el camión, pero definitivamente me puedo traer los repuestos usados. Y me bajaste el costo de funcionamiento de este camión un 40%”, comentó el ministro, citando testimonios de empresarios del sector energético.

Costos y márgenes de importación

Importar un auto de forma particular podría implicar un ahorro frente al esquema actual, aunque persisten costos significativos. Un vehículo con un valor FOB (precio en puerto de origen) de USD 15.000 puede alcanzar un precio final de hasta USD 45.000 al ingresar a la Argentina, debido a impuestos, fletes, seguros y otros gastos.

Según estimaciones de terminales automotrices, el valor final incluye un 35% de arancel, un 21% de IVA, un 3% de tasa estadística, además de logística, traslado y cargas impositivas locales. Si se prescinde de concesionarios e importadores oficiales, algunos márgenes se eliminan, pero otros costos —como el precio de compra en el país de origen y el flete individual— tienden a aumentar.

De ese modo, un particular que adquiera el mismo vehículo en una concesionaria extranjera podría pagar alrededor de USD 20.000 FOB, y terminar abonando entre USD 40.000 y USD 45.000 una vez nacionalizado.

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