A través de un mensaje en video, el jefe comunal hizo hincapié en que la abrupta caída en la recaudación ha dejado las cuentas públicas en una situación «muy comprometida».
El intendente de San Isidro, Ramón Lanús, ofreció un exhaustivo análisis sobre el escenario desafiante que enfrentó al asumir el cargo, marcado por una deuda que superaba los 8.000 millones de pesos. Además, resaltó las consecuencias de una brusca disminución en la recaudación, dejando una situación de cuentas públicas «muy comprometida».
Mediante un video compartido en sus redes sociales, Lanús se comunicó con los residentes para detallar la herencia financiera dejada por la gestión municipal anterior.
Al inicio de su intervención, el líder comunal reiteró su compromiso con la gestión transparente y austera. «Siempre lo haré con la verdad, dando la cara en los momentos difíciles«, aseguró.
Posteriormente, contextualizó su llegada al cargo en un entorno complejo y compartió la magnitud de la deuda recibida. «Hoy tenemos un municipio con una deuda de más de 8.000 millones de pesos, con muchos proveedores que llevaban meses sin cobrar», puntualizó Lanús.
Frente a la delicada situación financiera, Lanús explicó que están tomando medidas para reducir el gasto público. «Tomamos decisiones que incomodan y desafían el status quo; fomentamos la competencia y evitamos cualquier tipo de desvío», indicó.
Siguiendo esta línea de acción, Lanús destacó el inicio y la finalización de procesos de licitación y transparencia. «Esta semana se presentaron 11 oferentes para insumos hospitalarios que se compran en gran cantidad. Los guantes que se pagaban más de $130 en diciembre, hoy los estamos comprando a $50», destacó.