El apoyo de Estados Unidos a Milei, los secretos del FMI y la furiosa interna de Cristina

La estrategia de Donald Trump golpeó fuerte a la Argentina. Exige remoción de restricciones y restableces la propiedad intelectual a favor de los laboratorios de EE.UU.

Las reuniones económicas de Mauricio Macri y la tirantez entre Máximo Kirchner y Axel Kicillof.


Por Marcelo Bonelli para Clarín 

El día tardó bastante, pero al final llegó. Hoy, el “Board” tratará el “caso argentino” y el FMI aprobará un millonario préstamo para fortalecer al BCRA. El “Toto” Caputo recibirá de inmediato unos US$ 11.400 millones y parte lo tendrá para operar en el mercado. Ayer refinanció el swap con China.

A partir de esta decisión, Argentina entrará en un período de definiciones y medidas clave para consolidar la política económica. La primera ocurrió ayer: no habría apertura inmediata del cepo.

La decisión del equipo económico tiene una lógica central: el control se mantendrá para vigilar la cuestión cambiaria en medio del tsunami internacional. Ayer -después de una reunión de Gabinete- se decía en Casa Rosada: “El cepo se mantiene hasta agosto”.

Ocurre que Donald Trump está desbocado y -en este tembladeral- el cepo es un reaseguro concreto del BCRA para superar cualquier cimbronazo. Las inmediatas decisiones de Toto tendrán un aval político poderoso: Scott Bessent estará el lunes en Buenos Aires.

El jefe del Tesoro viene con una misión concreta: apoyar las inmediatas medidas de Caputo y Santiago Bausili. Se trata de un viaje inusual. Vendrá con cerca de 12 chairmen de “multi” y tiene decidido reunirse con los “capos” de los holding locales.

Clarín confirmó que Bessent tendrá un único mensaje: EE.UU. apoya a Javier Milei y avala su estrategia económica.

Ayer en Baires –tan imaginativa en versiones– circuló que podría ofrecer un préstamo del Tesoro. Nadie lo confirmó. La misión ocurre en medio de un tembladeral internacional. Ayer, el riesgo argentino volvió a subir 5% y orilla los 1.000 puntos. Las acciones se desplomaron y continúa la avidez por el dólar.

También hubo muchas operaciones en el mercado de dólar futuro y ese billete subió hasta el 9%. El BCRA vendió US$ 62 millones. La turbulencia obedece a la “guerra” de los aranceles y cómo Argentina va a enfrentarla. Trump reculó pero –todos piensan- solo para tomar envión de vuelta.

Dicen que lo hizo por una fuerte presión de los empresarios que financiaron su campaña. Las acciones de las tecnológicas se destruyeron y tuvieron homéricas pérdidas Elon Musk, Jeff Bezos y Tim Cook.Peter Navarro es el mentor de la “guerra” de Trump. Va contra todos y dice que tiene una bandera: “EE.UU. está muriendo por culpa de China”.

Trump lo ama. Navarro fue a la cárcel porque se negó a cooperar en la investigación sobre el asalto al Capitolio, el intento de golpe contra Joe Biden.

Trump -en la intimidad- lo llama cariñosamente “mi Peter”. El temible Elon Musk directamente lo odia: “Es un idiota”. Los cambios –igual– tienen una inusual profundidad: determinan el final de las prácticas y reglas establecidas en la globalización de la economía. Hay una nueva época.

Ahora, nadie sabe cuánto durará la “pax” bursátil. Las “multi” ven a un Trump decidiendo solo y con muchas inconsistencias en sus abruptas medidas. Encima, se mofa –y en público- de otras naciones: “Me están besando el culo”.

La estrategia de Trump golpeó fuerte a la Argentina. El precio del petróleo se desplomó y su actual valor afecta seriamente a Vaca Muerta. Brookie Rollins –secretaria de Agricultura– afirmá, sin anestesia: “No más carne argentina”. Gerardo Werthein habló –hace una semana– en su misión a Washington. Howard Lutnick –secretario de Comercio- le exigió la remoción de 7 restricciones que históricamente cobra Argentina al comercio internacional. Entre ellas, una muy delicada: el restablecimiento de la propiedad intelectual a favor de los laboratorios de EE.UU. Una bomba para las fábricas locales.

También, la eliminación de la tasa estadística y otra cuestión caliente: pidió flexibilizar el cepo para importaciones de EE.UU. El “paper” secreto es sensible. Por ahora, Argentina está complicada: tiene un 10% adicional de arancel y afecta más su competitividad.La gestión de Werthein se frustró, después del traspié de la foto entre Milei y Trump . Werthein intentó echarle la culpa a Natalia Denegri y sugirió –a través de un off– que la responsabilidad era de la Secretaria General de la Presidencia. Karina lo fulminó. Denegri tiene un diálogo fluido con “El Jefe”.

La actitud del canciller enojó a los organizadores. Werthein –cuando se demoró Trump- increpó a Kimberley Guilfoyte –la esposa de Donald Trump Jr.- y hasta pidió explicaciones por la demora al jefe del Servicio Secreto.

Kimberley está separada de Donald Jr., pero viven juntos y fue designada embajadora en Grecia. El problema fueron los términos: el canciller levantó la voz y todo terminó con un disgusto fuerte de “La Jefa” y también de Javo. Milei –a su regreso– chateó varias veces. Estaba preocupado por el impacto en la prensa. Por eso, Santiago Caputo habría cuestionado al canciller, a quien le señalan sus viajes en vuelos privados.

La cuestión fue la comidilla de los banqueros. Los financistas esperan inminentes decisiones del BCRA. En la City circulan “papers” reservados que detallan medidas que incluyen el acuerdo con el FMI. Se habla de siete días claves.

El paquete con el FMI incluye dos reformas estructurales: un compromiso para instrumentar la reforma laboral y otro proyecto previsional. También se habló mucho de la cuestión en la exclusiva reunión del Grupo “Llao Llao”.

Estaban los “popes” de las tecnológicas locales, y financistas: Eduardo Elsztain, Marcos Galperin, Martin Migoya y Daniel Pinto.Milei suspendió su participación en Bariloche. Ocurrió por la frustrada misión a Mar-a-Lago. Los influyentes hombres de negocios evaluaron la situación local y el impacto Trump: las acciones de sus empresas se desplomaron, por efecto de la Casa Blanca. Los financistas del Llao LLao aplauden a Milei y apoyan a Toto. No existen fisuras.

Dicen que el acuerdo con el FMI obturaría el nerviosismo actual con el billete. Ellos esperan definiciones este fin de semana. En cambio, en la Unión Industrial circuló un “memo” que expresaba la “preocupación en la industria por la guerra comercial”.

Hubo también una reunión caliente en el PRO. Ocurrió el día feriado de las Malvinas. Sus economistas expusieron frente a los candidatos de Mauricio Macri. Estaban Hernán Lacunza, Luciano Laspina y Guido Sandleris. El “trío” fue muy duro con la actualidad económica. Sandleris vaticinó correcciones trascendentes a causa del FMI. Lacunza habló de las inconsistencias fiscales y Laspina lanzo una advertencia: “Va a haber un recalentamiento inflacionario”.

Mauricio les dio vía libre. Se sabe que cultiva la vendetta. Se la tiene jurada a Karina y al “Pibe” Caputo. Cristina habló de Macri. Fue el miércoles en el encuentro privado con intendentes camporistas. Sucedió para pegarle a Axel: “Nos divide y ya Macri quiere unirse en provincia para ganarnos”.

Cristina, después, los tranquilizó: “Voy a ser candidata en septiembre”. Máximo arremetió contra Kicillof: “Ese traidor va a aprender la lección”.

El hijo de Cristina venía de un tole tole con Axel. Fue testigo Sergio Massa. Kicillof fue directo: “Con Cristina perdemos la elección”. Dicen que Massa intentó frenar el altercado. Pero no tuvo éxito y advirtió: “Con esta pelea vamos a perder la elección”. Karina festeja y dicen que tomó una decisión: comprar “pochoclos”.

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