La medida, comunicada el viernes por el Gobierno de Javier Milei, introduce un cambio significativo en la política cambiaria del país.
El Gobierno anunció un nuevo acuerdo con el FMI y la implementación de un régimen de flotación sucia del tipo de cambio, que permitirá que el valor del dólar se mueva libremente entre $1000 y $1400, con intervenciones del Banco Central solo si se exceden esos límites.
El anuncio fue realizado en cadena nacional por el presidente Javier Milei, quien presentó la medida como un paso hacia la estabilización monetaria y la reducción de la brecha cambiaria. Según explicó, este esquema apunta a dar mayor previsibilidad al mercado y cumplir con los compromisos asumidos ante el Fondo Monetario Internacional.
Un mercado con margen de maniobra (y de incertidumbre)
La medida implica que el peso podrá depreciarse hasta cerca de un 30% sin que el Estado intervenga, en caso de que el dólar se acerque al techo de la banda. Desde el Ministerio de Economía aseguran que la escasez de pesos en circulación limitará la presión sobre el tipo de cambio.
Sin embargo, en el corto plazo se espera alta volatilidad, especialmente en los primeros días de funcionamiento del nuevo sistema. Si bien el Gobierno tendría una estimación interna del valor de apertura del dólar, esa cifra no fue publicada de manera oficial.
Milei y la batalla por la audiencia
Durante la cadena nacional, el presidente Milei consultó por el rating del discurso. Al ser informado de que el pico fue de 29 puntos, lo comparó con un superclásico entre River y Boca. No obstante, la audiencia cayó rápidamente una vez que se conoció el contenido del anuncio, lo que revela una pérdida de interés del público con el correr de los minutos.
Cruces políticos y fisuras en la oposición
La nueva política también reavivó tensiones en el escenario político. Cristina Fernández de Kirchner criticó el levantamiento del cepo cambiario y alertó sobre un posible fracaso del plan. En paralelo, Axel Kicillof tomó distancia del liderazgo de la expresidenta, al anunciar elecciones provinciales para el 7 de septiembre, desoyendo el pedido de unificar los comicios con la fecha nacional.
Este movimiento fue interpretado como una señal de autonomía y una reconfiguración de poder dentro del peronismo bonaerense.
Claves para el éxito (o el fracaso)
Analistas privados coinciden en que el funcionamiento del esquema de flotación sucia dependerá de la confianza del mercado, la consistencia fiscal y el cumplimiento del programa con el FMI. La reacción del dólar en la apertura del lunes será un indicador clave para medir la credibilidad de la medida.
En un contexto económico marcado por alta inflación, recesión y bajo nivel de reservas, el desempeño del nuevo sistema será seguido de cerca tanto por los actores locales como por el FMI.
