Hay tres posturas: una lo rechaza por completo, otra busca sólo su despenalización y otra tiende a modificar el artículo que permite a menores desligarse del consentimiento de sus padres
El Senado tiende a rechazar el proyecto de legalización del aborto como llegó aprobado desde Diputados y buena parte del cuerpo pretende introducir cambios que obligarían a volver a votarlo en la Cámara Baja.
Las comisiones deben emitir dictamen el próximo 1° de agosto y por el momento, según La Nación, hay 36 senadores que están en contra de aprobar el proyecto como está.
Las modificaciones propuestas van desde un aligeramiento de la penalidad a la mujer y la despenalización, pero no la legalización y hasta cambios leves al proyecto original respecto al embarazo adolescente o el límite de semanas para llevar a cabo la interrupción del embarazo.
El primer sector lo encabeza Federico Pinedo (PRO) y nuclea a los que rechazan al proyecto de plano, pero que están dispuestos a dar cierto debate por la presión de la opinión pública. Detrás de esta postura se encolumnan los legisladores más conservadores.
La segunda postura, de despenalización pero no legalización, está al frente del senador Rodolfo Urtubey (PJ), hermano del gobernador salteño Juan Manuel Urtubey. En este caso se centra en el costo que tendría para los hospitales y centros de salud la legalización del aborto y la posibilidad de que se acerquen mujeres de otros países donde seguiría siendo ilegal.
Por último, los cambios son impulsados por los tres senadores de Córdoba. Rechazan que los menores de entre 13 y 16 años puedan decidir la interrupción sin permiso de los padres y la redacción del texto que permitiría hacer un aborto por encima de las 14 semanas de gestación.